El trovador canario Pedro Guerra está en plena gira “Alma mía” donde se acompaña solo con su guitarra. “Cantar solo es mi estado natural”, nos comenta. Este sábado aterrizó en el BarnaSants y la semana que viene lo hará en Madrid.
21/02/2010
Pedro Guerra está en su mejor momento. Parece que le ha sentado muy bien su “permiso de paternidad” y sobretodo quitarse la presión de tener que vender cientos de miles de discos o de girar de acá para allá sin saber muy bien dónde dormirá mañana.
Está relajado, distendido y amable. Transmite seguridad, serenidad y madurez. Valga la redundancia.
Publicó un disco de versiones —Alma Mía— a finales del año pasado y el próximo 2 de marzo sale al mercado el Volumen 2, Contigo en la distancia.
Uno de tus temas recurrentes es el regreso a tus orígenes, a tu infancia, a tu casa. ¿Son estos dos discos otra forma de regresar?
No sé si es exactamente el regreso a mi niñez. Lo que sí es, es un encuentro con mis raíces. Son canciones que he escuchado en momentos determinados de mi vida.
El hilo conductor de estos dos discos parece ser que son las canciones que escuchabas en voz de tu padre.
El hilo conductor son canciones que a mí me gustan. Hay una parte que mi padre las cantaba y yo las escuchaba cuando era niño y otras que no. La pomeña, que es una zamba muy famosa en Argentina, no recuerdo que la cantara, en cambio Alfonsina y el mar, El día que me quieras o Esta tarde vi llover, sí.
Lo de mi padre lo he comentado porque pienso que si era eso lo que yo escuchaba de pequeño, eso me debe haber marcado a nivel musical. Si en lugar de esas canciones hubiera escuchado a Louis Armstrong igual mis tendencias hubiesen sido distintas, pero yo me decanté claramente siempre por la música folclórica, la música latinoamericana y los cantautores.
Aún así son discos muy eclécticos, hay desde filin cubano a copla, pasando por boleros mexicanos, tango, folclore argentino…
El disco es ecléctico pero te diría que para mí es un disco de clásicos porque cuando estoy cantando zamba argentina estoy cantando clásicos de la zamba, cuando canto boleros son clásicos del bolero. Dentro de las canciones que me gustan hay muchísimas más que no están en el disco. De hecho son tantas que yo tuve que poner una especie de acotamiento y decidí quedarme entonces con ese repertorio clásico. Da igual que sean zambas, boleros o coplas pero en cualquier caso son clásicos. De hecho la canción más joven es —aparece en el segundo volumen— Volver a los diecisiete de Violeta Parra que tiene más de 40 años.
Me sorprende que lleves estas canciones a tu terreno sin pervertirlas, es decir, se convierten en canciones de Pedro Guerra sin dejar de ser ellas mismas.
Yo soy compositor. Digamos que una canción está formada por tres o cuatro partes que son la melodía, la letra y la armonía y la cuarta sería el ritmo. En cualquier caso lo que yo hago cuando afronto este trabajo es respetar la melodía y la letra. La armonía es difícil porque cada una de estas canciones ha tenido muchas versiones y como todas han sido rearmonizadas, habría que ir al original para respetarla armónicamente. ¿Qué he hecho yo? Siempre trabajaba con tres o cuatro versiones distintas y he hecho una armonía que probablemente es un compendio de lo que me ha gustado de cada cosa.
Luego lo que hago yo es cantar como en mi casa. Si tuviéramos una reunión para guitarrear podría cantar, a parte de esas treinta, otras que me sé. Y las cantaría igual porque lo que hago es cantarlas, simplemente.
¿Cómo es eso de salir sólo con la guitarra después de haber trabajado tanto tiempo con una banda?
Aunque trabaje con banda en todas las giras siempre me reservo algunas canciones para cantar solo con mi guitarra.
Curiosamente, al contrario de lo que podría parecer, para mí hay mayor comodidad y seguridad cuando estoy solo que cuando estoy con banda. Cantar solo es mi estado natural. La banda es un añadido posterior. En el primer momento de la composición estoy solo con mi guitarra.
Yo me formé en una escuela donde si una canción puede tocarse solo con la guitarra y nadie echa nada de menos, es una gran canción. Una canción que necesita unas muletas, que necesita un arreglo para terminar de estar redonda es una canción incompleta. De hecho yo canto las canciones en este proyecto sólo con guitarra y voz y creo que demuestro que son grandes canciones.
Hablemos ahora de otro disco sólo con guitarra que sería previo al Golosinas. Estamos hablando de un bootleg que corre por Internet titulado Descartes 94 que según una leyenda urbana podría ser ese primer disco.
No, eso es falso. Cuando yo estaba trabajando en el Libertad 8, firmé un contrato con una disquera y fui a grabar un disco a Brasil que iba a producir Víctor Manuel. Una vez grabado noto que a ese disco le falta el brillo que yo buscaba, que no reflejaba el artista que yo soy en este momento y decidimos hacer un directo que resultó el Golosinas. El disco brasileño tiene 14 canciones que también aparecen en el Golosinas. Es decir es el mismo disco pero con tres canciones más.
El disco Descartes 74 nunca lo he aceptado como disco oficial. Creo que es poco riguroso, hay errores y la calidad de sonido es muy baja. Son grabaciones en el Libertad 8 que la gente tomaba en cassettes.
Y para cuándo el tan esperado disco con canciones propias.
Me gustaría sacar un disco de canciones mías para el 2011 pero todavía no tengo nada. Estoy empezando ahora en estos días. Ahora no es como antes. Cuando llegué a Madrid traía 150 canciones y componía todos días. Ahora entre las giras y otras historias, desde Vidas no he compuesto nada. Sólo compuse dos temas para Vidas en vivo y nada más desde entonces.
Xavier Pintanel
Director de CANCIONEROS.COM
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