inSurGente.-
"Aún mantengo frescas las memorias de aquellas primeras semanas del año 1999, recién llegado a la ciudad de Miami, que bullía por la captura de un grupo de supuestos espías al servicio del gobierno cubano. Recuerdo aquellos días aciagos, de grandes cintillos publicitarios que alentaban el odio entre las huestes de un acomodado y lucrativo exilio que dice ser cubano. Todavía en esos momentos duraba la cacería humana. Miami se convirtió en un gran circo donde muchos inclinaban sus dedos pidiendo venganza. Viví y sentí la manipulación y la mentira contra Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino, Fernando González y Antonio Guerrero, cinco hombres indoblegables, cinco auténticos patriotas. Fui testigo de cómo saciaron contra ellos las frustraciones acumuladas por más de cuarenta años de derrotas(…)".
«Lo que hice fue motivado por el amor a mi Patria y por la convicción de que la historia demuestra que es la única opción que le queda al pueblo cubano para evitar la muerte de inocentes personas y la destrucción que traen aparejadas las acciones terroristas que se cometen contra mi país.»
Fernando González Llort
De la misma manera, conocí in situ, como se exacerbaron los odios y los peores resentimientos de una buena parte de esa comunidad exiliada durante el secuestro del niño Elían González y más tarde en los fallidos festejos durante la enfermedad del Comandante Fidel Castro. Tres ocasiones excepcionales que me permitieron conocer e identificar a una mafia que presume ser cubano-americana y que pretende disfrazarse con las telas de un falso patriotismo, para manipular a su antojo a los ingenuos que todavía creen que la Revolución Cubana puede derrumbarse.
Han pasado casi diez años y la justicia norteamericana coloca un nuevo baldón en su larga lista de injusticias. Gerardo, René, Ramón, Fernando y Antonio, los cinco cubanos que cumplen exageradas e injustas condenas de cárcel en Estados Unidos, se unen a una larga lista que integran hombres como Mumia Abu-Jamal, Leonard Peltier y los actuales presos independentistas de Puerto Rico. Una lista enorme de la que jamás olvidaremos a los sindicalistas Sacco y Vanzetti, a los independentistas Lolita Lebrón, Rafael Cancel y el resto de sus compañeros boricuas; a la luchadora Ángela Davis, a los infortunados esposos Rosemberg y a las víctimas del macarthismo.
«… la Fiscalía considera, y así lo ha pedido, que debo pasar el resto de mi vida en una cárcel. Confío en que si no es en éste, en algún otro nivel del sistema, la razón y la justicia prevalecerán por encima de los prejuicios y los deseos de venganza y se comprenderá que no hemos hecho ningún daño a este país, que merezca semejante condena. Pero si así no fuera, me permitiría repetir las palabras de uno de los más grandes patriotas de esta nación, Nathan Hale, cuando dijo: "Sólo lamento no tener más que una vida para entregar por mi Patria.»
Gerardo Hernández Nordelo
Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino, Fernando González y Antonio Guerrero fueron arrestados por el FBI el 12 de septiembre de 1998 y desde entonces pagan las consecuencias de un proceso judicial amañado, marcado por intereses políticos que los convierte en presas de gratificación para el exilio radical y trasnochado de Miami, en pago a su incondicional apoyo a la administración Bush, a pesar de las gestiones de más de seis mil personalidades de distintas partes del mundo, incluidos nueve Premios Nóbel que hicieron llegar una carta abierta al Fiscal General de los Estados Unidos exigiendo la inmediata libertad de los patriotas cubanos, o los llamados de solidaridad internacional de 288 comités a favor de su liberación en 97 países y de las declaraciones de apoyo por parte del el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que declaró injustas sus condenas.
En junio pasado, el Tribunal de Apelaciones del Undécimo Circuito de Atlanta, en desvergonzada decisión, determinó ratificar las condenas contra Gerardo Hernández y René González y ordenar se revisen las sentencias de Fernando González, Antonio Guerrero y Ramón Labañino, por parte de la misma jueza que los condenó arbitrariamente en Miami, desatendiendo las argumentaciones del equipo de abogados defensores y los reclamos de diferentes organismos internacionales. Un nuevo juicio que se hará sin las condiciones necesarias para una legítima defensa y donde regirá la presión de los grupos terroristas que se sienten fuertes en el bunker anticubano de Miami.
« ¡Si por evitar la muerte de seres humanos inocentes; si por defender a nuestros dos países del terrorismo, y evitar una invasión inútil a Cuba, es por lo que se me condena hoy, pues bienvenida sea! … ¡Llevaré el uniforme de recluso con el mismo honor y orgullo con que un soldado lleva sus más preciadas insignias!»
Ramón Labañino Salazar
Esta acción imperdonable de la justicia yanqui no quedará sin respuesta. Más voces seguirán alzándose en todo el planeta y la lucha continuará hasta que nuestros hermanos estén libres en la Patria. Según afirmó hace unos días el Presidente del Parlamento cubano Ricardo Alarcón de Quesada, «el gran reto es que el mundo entero y, principalmente, ese pueblo (Estados Unidos) conozcan de esta colosal injusticia, de la flagrante y sistemática violación de los derechos humanos de esos valerosos hombres absolutamente inocentes.»
Las muestras de apoyo siguen llegando de todas partes del mundo. Recientemente 56 parlamentarios canadienses firmaron una carta demandando justicia para los cinco antiterroristas cubanos, a través de una iniciativa de Francine Lalonde, integrante del Parlamento por el Bloque Qubequense de Montreal y de Libby Davies, legislador por la circunscripción de Vancouver. Esta muestra de solidaridad se une a los esfuerzos de 110 miembros del Parlamento Británico, que han denunciado las condiciones de reclusión y las irregularidades del juicio que se efectuó en Miami.
«Ha sido éste, por encima de todo, un juicio político. En lo personal no tengo otra cosa que pedir: sólo justicia; por el bien de nuestros pueblos, por el bien de la verdad. Llegará el día que ya no vivamos en la zozobra del temor y la muerte, y en ese día de la historia, se verá la justicia real de nuestra causa. Tomo versos de Martí para esta última página que anoté en el diario de mis largos días: "He vivido: al deber juré mis armas y ni una vez el sol dobló las cuestas sin que mi lidia y mi victoria viere.»
Antonio Guerrero Rodríguez
El Consejo Chipriota por la Paz, por su parte, dirigió una carta a Ban Ki Moon, Secretario General de la ONU, protestando enérgicamente por el injusto encarcelamiento de los cinco cubanos prisioneros en Estados Unidos. También dieron muestras de apoyo la coordinadora Nicaragüense de Solidaridad con Cuba, la asociación de amistad Australia-Cuba en Melbourne, activistas del movimiento ruso de solidaridad Venceremos, el Movimiento de Amistad y Solidaridad Mutua Venezuela-Cuba, el comité de Madrid por la libertad de los cinco cubanos presos en Estados Unidos, la asociación hispano-cubana "Paz y amistad" de la región de Avilés, la Coordinadora salvadoreña de solidaridad con Cuba, el Comité Uruguayo Pro-Liberación de los Cinco Patriotas Cubanos, la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos, así como llamados de apoyo desde Bolivia, República Dominicana, Perú y otros países amigos.
«… quisiera creer que usted entenderá el que yo no tenga razones para el arrepentimiento. Pero siempre sentiré la obligación de pedir justicia para mis compañeros acusados de crímenes que no cometieron y condenados sobre la base de los prejuicios… Nosotros seguiremos apelando a estos valores y a la vocación por la verdad del pueblo norteamericano, con toda la paciencia, la fe y el coraje que nos puede infundir el crimen de ser dignos.»
René González Sehwerert
Mucho queda por andar y mucho por hacer a favor de nuestros cinco Héroes presos en las cáceles del Imperio por luchar contra el más execrable terrorismo que se le impone al pueblo cubano. Su único delito fue interferir los caminos de terror y muerte que usan los enemigos de la Revolución y su acción a favor de la Patria los convierte en «ejemplos insuperables de energía, constancia, entrega y solidaridad.»
Apenas unas horas antes de morir, el entrañable amigo de Cuba, Carlos Alvarado, diputado panameño que presidía el Grupo Interparlamentario de Amistad Cuba-Panamá, dejó escritas unas palabras en el discurso que pronunciaría en el Encuentro Parlamentario Latinoamericano de Solidaridad con Cuba y por la liberación de los Cinco que no podemos dejar de repetir: «Ningún hijo de las entrañas de esta América de Martí, de Bolívar, de Omar Torrijos puede guardar silencio ante la injusticia que sufren estos cinco patriotas cubanos.»
La libertad de nuestros hermanos presos en Estados Unidos, es una cuestión de honor para los hombres libres que no puede seguir esperando. Nuestra voz en alto, será definitivamente la más feroz de todas las armas contra el Imperio.
Nota de la redacción de inSurGente:
Pedimos a nuestros lectores la máxima difusión de esta "noticia comentada" en los medios alternativos y no alternativos a los que tengan acceso.
El bloqueo no permite la difusión de textos informativos sobre Cuba, especialmente sobre Los Cinco
«Lo que hice fue motivado por el amor a mi Patria y por la convicción de que la historia demuestra que es la única opción que le queda al pueblo cubano para evitar la muerte de inocentes personas y la destrucción que traen aparejadas las acciones terroristas que se cometen contra mi país.»
Fernando González Llort
De la misma manera, conocí in situ, como se exacerbaron los odios y los peores resentimientos de una buena parte de esa comunidad exiliada durante el secuestro del niño Elían González y más tarde en los fallidos festejos durante la enfermedad del Comandante Fidel Castro. Tres ocasiones excepcionales que me permitieron conocer e identificar a una mafia que presume ser cubano-americana y que pretende disfrazarse con las telas de un falso patriotismo, para manipular a su antojo a los ingenuos que todavía creen que la Revolución Cubana puede derrumbarse.
Han pasado casi diez años y la justicia norteamericana coloca un nuevo baldón en su larga lista de injusticias. Gerardo, René, Ramón, Fernando y Antonio, los cinco cubanos que cumplen exageradas e injustas condenas de cárcel en Estados Unidos, se unen a una larga lista que integran hombres como Mumia Abu-Jamal, Leonard Peltier y los actuales presos independentistas de Puerto Rico. Una lista enorme de la que jamás olvidaremos a los sindicalistas Sacco y Vanzetti, a los independentistas Lolita Lebrón, Rafael Cancel y el resto de sus compañeros boricuas; a la luchadora Ángela Davis, a los infortunados esposos Rosemberg y a las víctimas del macarthismo.
«… la Fiscalía considera, y así lo ha pedido, que debo pasar el resto de mi vida en una cárcel. Confío en que si no es en éste, en algún otro nivel del sistema, la razón y la justicia prevalecerán por encima de los prejuicios y los deseos de venganza y se comprenderá que no hemos hecho ningún daño a este país, que merezca semejante condena. Pero si así no fuera, me permitiría repetir las palabras de uno de los más grandes patriotas de esta nación, Nathan Hale, cuando dijo: "Sólo lamento no tener más que una vida para entregar por mi Patria.»
Gerardo Hernández Nordelo
Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino, Fernando González y Antonio Guerrero fueron arrestados por el FBI el 12 de septiembre de 1998 y desde entonces pagan las consecuencias de un proceso judicial amañado, marcado por intereses políticos que los convierte en presas de gratificación para el exilio radical y trasnochado de Miami, en pago a su incondicional apoyo a la administración Bush, a pesar de las gestiones de más de seis mil personalidades de distintas partes del mundo, incluidos nueve Premios Nóbel que hicieron llegar una carta abierta al Fiscal General de los Estados Unidos exigiendo la inmediata libertad de los patriotas cubanos, o los llamados de solidaridad internacional de 288 comités a favor de su liberación en 97 países y de las declaraciones de apoyo por parte del el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que declaró injustas sus condenas.
En junio pasado, el Tribunal de Apelaciones del Undécimo Circuito de Atlanta, en desvergonzada decisión, determinó ratificar las condenas contra Gerardo Hernández y René González y ordenar se revisen las sentencias de Fernando González, Antonio Guerrero y Ramón Labañino, por parte de la misma jueza que los condenó arbitrariamente en Miami, desatendiendo las argumentaciones del equipo de abogados defensores y los reclamos de diferentes organismos internacionales. Un nuevo juicio que se hará sin las condiciones necesarias para una legítima defensa y donde regirá la presión de los grupos terroristas que se sienten fuertes en el bunker anticubano de Miami.
« ¡Si por evitar la muerte de seres humanos inocentes; si por defender a nuestros dos países del terrorismo, y evitar una invasión inútil a Cuba, es por lo que se me condena hoy, pues bienvenida sea! … ¡Llevaré el uniforme de recluso con el mismo honor y orgullo con que un soldado lleva sus más preciadas insignias!»
Ramón Labañino Salazar
Esta acción imperdonable de la justicia yanqui no quedará sin respuesta. Más voces seguirán alzándose en todo el planeta y la lucha continuará hasta que nuestros hermanos estén libres en la Patria. Según afirmó hace unos días el Presidente del Parlamento cubano Ricardo Alarcón de Quesada, «el gran reto es que el mundo entero y, principalmente, ese pueblo (Estados Unidos) conozcan de esta colosal injusticia, de la flagrante y sistemática violación de los derechos humanos de esos valerosos hombres absolutamente inocentes.»
Las muestras de apoyo siguen llegando de todas partes del mundo. Recientemente 56 parlamentarios canadienses firmaron una carta demandando justicia para los cinco antiterroristas cubanos, a través de una iniciativa de Francine Lalonde, integrante del Parlamento por el Bloque Qubequense de Montreal y de Libby Davies, legislador por la circunscripción de Vancouver. Esta muestra de solidaridad se une a los esfuerzos de 110 miembros del Parlamento Británico, que han denunciado las condiciones de reclusión y las irregularidades del juicio que se efectuó en Miami.
«Ha sido éste, por encima de todo, un juicio político. En lo personal no tengo otra cosa que pedir: sólo justicia; por el bien de nuestros pueblos, por el bien de la verdad. Llegará el día que ya no vivamos en la zozobra del temor y la muerte, y en ese día de la historia, se verá la justicia real de nuestra causa. Tomo versos de Martí para esta última página que anoté en el diario de mis largos días: "He vivido: al deber juré mis armas y ni una vez el sol dobló las cuestas sin que mi lidia y mi victoria viere.»
Antonio Guerrero Rodríguez
El Consejo Chipriota por la Paz, por su parte, dirigió una carta a Ban Ki Moon, Secretario General de la ONU, protestando enérgicamente por el injusto encarcelamiento de los cinco cubanos prisioneros en Estados Unidos. También dieron muestras de apoyo la coordinadora Nicaragüense de Solidaridad con Cuba, la asociación de amistad Australia-Cuba en Melbourne, activistas del movimiento ruso de solidaridad Venceremos, el Movimiento de Amistad y Solidaridad Mutua Venezuela-Cuba, el comité de Madrid por la libertad de los cinco cubanos presos en Estados Unidos, la asociación hispano-cubana "Paz y amistad" de la región de Avilés, la Coordinadora salvadoreña de solidaridad con Cuba, el Comité Uruguayo Pro-Liberación de los Cinco Patriotas Cubanos, la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos, así como llamados de apoyo desde Bolivia, República Dominicana, Perú y otros países amigos.
«… quisiera creer que usted entenderá el que yo no tenga razones para el arrepentimiento. Pero siempre sentiré la obligación de pedir justicia para mis compañeros acusados de crímenes que no cometieron y condenados sobre la base de los prejuicios… Nosotros seguiremos apelando a estos valores y a la vocación por la verdad del pueblo norteamericano, con toda la paciencia, la fe y el coraje que nos puede infundir el crimen de ser dignos.»
René González Sehwerert
Mucho queda por andar y mucho por hacer a favor de nuestros cinco Héroes presos en las cáceles del Imperio por luchar contra el más execrable terrorismo que se le impone al pueblo cubano. Su único delito fue interferir los caminos de terror y muerte que usan los enemigos de la Revolución y su acción a favor de la Patria los convierte en «ejemplos insuperables de energía, constancia, entrega y solidaridad.»
Apenas unas horas antes de morir, el entrañable amigo de Cuba, Carlos Alvarado, diputado panameño que presidía el Grupo Interparlamentario de Amistad Cuba-Panamá, dejó escritas unas palabras en el discurso que pronunciaría en el Encuentro Parlamentario Latinoamericano de Solidaridad con Cuba y por la liberación de los Cinco que no podemos dejar de repetir: «Ningún hijo de las entrañas de esta América de Martí, de Bolívar, de Omar Torrijos puede guardar silencio ante la injusticia que sufren estos cinco patriotas cubanos.»
La libertad de nuestros hermanos presos en Estados Unidos, es una cuestión de honor para los hombres libres que no puede seguir esperando. Nuestra voz en alto, será definitivamente la más feroz de todas las armas contra el Imperio.
Nota de la redacción de inSurGente:
Pedimos a nuestros lectores la máxima difusión de esta "noticia comentada" en los medios alternativos y no alternativos a los que tengan acceso.
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