Buen desempeño de La Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba en Ecuador
Por Noely López
Teatro Nacional Sucre
Tras dos funciones, la puesta en escena de la ópera Carmen en el Teatro Nacional Sucre de Quito, ya provoca expresiones de público y crítica.
Este viernes primero de agosto y luego, el domingo 3, la segunda obra de la actual temporada operística de la Fundación Municipal Teatro Nacional Sucre dejó satisfecho a los que asistieron, mas los especialistas como Edwin Alcarás destacan la superpoblación de los elementos escénicos.
La música y los coros, lo mejor de 'Carmen' en el Sucre, afirmó el titular del artículo en el diario El comercio, lo que denota el buen desempeño de los 66 integrantes de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba (OSNC), quienes participan activamente en esta producción desde la batuta del maestro Álvaro Manzano.
Otros medios de prensa mencionan también la favorable actuación de la OSNC.
Ya habíamos comentado el conocimiento que tiene el maestro Manzano del repertorio operático. Su larga experiencia en el montaje de obras sinfónico-corales y espectáculos musicales. Y su contribución en la formación de la Ópera Nacional del país andino.
Cuando subió al podio de la OSNC, en mayo pasado en el Teatro Auditórium Amadeo Roldán en La Habana, lo entrevistamos a propósito del concierto que dirigió y manifestó la calidad de los músicos cubanos.
Este encuentro de los intérpretes de la OSNC con el director de orquesta ecuatoriano permitió una empatía que, posteriormente la utilizaron ambos para emprender una ópera como Carmen, cerca de tres horas de duración y el ensamble con los coros, solistas y todo cuanto acontece en el escenario.
Así lo refieren varios músicos de la agrupación nacional de la Isla en comunicación con CMBF Radio Musical Nacional.
Quedan todavía dos presentaciones de la famosa ópera en el emblemático Teatro Nacional Sucre, miércoles 6 y viernes 8 de agosto.
Toda una producción espectacular desde un diseño escénico original bajo la dirección de una experta, Lucía Chía Patiño, quien estudió y trabaja en los Estados Unidos. Vestuario (Pepe Rosales) y luces (Jeff Bruckerhoff) acompañan el propósito de ofrecer una versión contemporánea sin cambiar la estructura clásica.
Más de doscientas personas intervienen en la obra, que ha llevado un año de preparación; una hermosa labor en la formación de un coro de adultos, el Coro Mixto de la Ciudad de Quito y toda una cuadrilla entera de toreros.
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