Julio Herrera (Desde Montreal, Canadá. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)
1-
Es a causa de ser un hombre libre que no he querido ser un ciudadano en
ése presunto "paraíso de la libertad" que es Estados Unidos. Yo no he
podido creer que haya orgullo de ciudadanía en la servidumbre de las
conciencias. De ahí que busco todavía una patria libre para mi
conciencia libre, y no la encuentro. Me rebelo a reconocerla en este
pueblo esclavo que ostenta la insolencia de sus atavismos ideológicos en
la misma tierra donde un pueblo heroico fatigó sus epopeyas
anticolonialistas en días que parecen huidos para siempre.
Cuando
se ha nacido bajo el escudo de Bolívar y se ha sido discípulo de Martí,
¿cómo llamar compatriotas a los de Bush o conciudadanos a los apóstoles
de la doctrina reaganiana, y reconocer como patria a ésa industria de
conciencias hecha lo mismo para producir y exportar tiranos que para
aplaudirlos? De ahí que mientras yo no pueda entregar mi corazón a una
patria digna de él..., ¡nadie podrá obligarme a tener otra patria que mi
propia conciencia!
2-
Yo vi un aguilucho herido que, caído del nido, hacía esfuerzos por
levantar el vuelo. Quise levantarlo, y me picoteó ferozmente: prefería
morir libre bajo su cielo antes que vivir domesticado bajo techo
extraño. Así me enseñó que en el reino animal existen seres ¡libres...!
tan escasos en el género humano!
3-
Permanecer libre en medio de una sociedad que parece haber renunciado a
la Libertad habiéndose conformado con una parodia de ella, es un delito
que nadie nos perdona: los tiranos, porque no pudieron envilecernos,
adóranlos, y los siervos, porque no nos envilecimos imitándolos. Y no
saben qué castigar con más furia: si el orgullo de nuestra frente que no
se inclinó ante el dogma vil,...o el de nuestras rodillas, ¡que no se
doblaron ante el ídolo!
4- Permanecer libre en una sociedad presuntamente libre es de las cosas más difíciles... ¡y de las más peligrosas!
5-
¿Adaptarse a los rigores del invierno nórdico? ¡Sea! ¿Sucumbir ante
ellos? !Jamás! Hay que ser más fuertes que el frío de adversas
latitudes. Deshojado y yerto el roble queda al arribo de inclemencias
invernales... ¡pero vuelve a renacer al arribo de sus soles tropicales!
6- En Norteamérica el snob es a la conciencia latina lo que la snow es a la vegetación.
7-
Si no podemos ser libertadores, al menos seamos libres. Y así, si no
podemos contemplar el espectáculo de un pueblo sin ídolos ni amos,...al
menos podremos ofrecerle el espectáculo de un hombre sin amos y sin
ídolos!
8-
Frente a la copa amarga del exilio el deber no es de apurar el coctel
de la promiscuidad moral, sino de hacerlo impotable haciéndonos
impotables a la sociedad. La sobriedad de conciencia es lo único que nos
salva de la embriaguez de los burdeles morales.
9-
Las idiosincrasias colonialistas no aman sino a las conciencias que
pueden colonizar. Las conciencias anticolonialistas les son
violentamente odiosas.
10-
Un librepensador que se integra a los dogmas y convencionalismos de una
sociedad deja de ser libre, y casi podría decirse que deja de pensar,
porque dentro de los dogmas y fuera de la libertad de pensamiento ya no
se piensa, aunque muchos hagan alarde de pensar.
11-
“Mueran los débiles”, dicen los convertidos al evangelio de la fuerza
bruta, sólo porque hoy se encuentran tras el arsenal del imperio
vencedor. Y es viendo pasar ese cortejo de vencedores sin gloria y de
desertores sin honor que me aferro con más valor a mi derrota!
12-
Las idiosincrasias narcisistas y robotizadas del norte consideran como
"simios amazónicos" a los advenedizos del sur. Y casi siempre tienen
razón, porque sólo los simios imitan lo grotesco de las idiosincrasias
robotizadas.
13-
"Viví en el monstruo, y conozco sus entrañas", dijo José Martí. "Vivo
en el monstruo...y lo llevo en mis entrañas", dicen los exiliados que
han perdido sus entrañas latinas.
14-
Porque ya no escuchaban el clarín de mi verbo patriota la colonia de
mis compatriotas me acusaba de "antipatriota". Pero, ¿no es acaso ya un
patriotismo casi heroico éste de vivir entre compatriotas colonizados?
15-
Es irónico comprobar que el dólar sirve igual para esclavizar a un
mundo que para independizar a un individuo. Cuestión de carácter y de
dignidad.
16-
En mi pasión por la libertad yo consagré mi vida a la independencia
dándole a mi vida la independencia. Y el celo de mi independencia me
impide mezclarme con el tumulto popular en otra forma que no sea mi
pensamiento... ¡arrojado desde la altura de mi orgullo!
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