ARGENPRESS CULTURAL
Raúl
Alberto Antonio Gieco nació el 20 de noviembre de 1951 en una chacra
del norte de Santa Fe. Su familia se muda a Cañada Rosquín, un pueblo
cercano, y allí comienza a trabajar a los 8 años. La primera guitarra la
compró León con su propio sueldo, en 1959. Comenzó entonces a
presentarse en los actos del colegio y en un grupo de folklore, Los
Nocheros. Paralelamente, también se integra a Los Moscos, una banda de
rock, con la que poco a poco logran cierta popularidad en los pueblos
cercanos. Hacían covers de Los Beatles, de los Rolling Stones y del
Spencer Davis Group. Finalmente, en 1965, ganan un concurso para
presentarse en Canal 5 de Rosario. Llegar a presentarse con un grupo en
esa ciudad era más de lo que había esperado.
En
el verano de 1969 viajó por primera vez a Buenos Aires, con su guitarra
al hombro y casi sin dinero. Poco a poco comienza a relacionarse con el
mundillo rockero: Litto Nebbia, Tormenta y, sobre todo, Gustavo
Santaolalla. Es justamente el guitarrista de Arco Iris quien le consigue
algunas presentaciones como telonero de Moris y Pajarito Zaguri.
Incluso llegaron a presentarse León, Nebbia, David Lebón, Cacho Lafalce,
Gabriel Ranelli, Bernardo Baraj, Claudio Martínez y Diana Lenguanegra,
bajo el nombre La Banda de los Ocho. En noviembre del ’71 llega la
primera presentación grande, en el Festival B.A.Rock II y luego el
“Acusticazo” (junio del ’72), junto a Nebbia, Lebón, Domingo Cura,
Edelmiro Molinari y otros. Allí se registra la primera grabación de
“Hombres de Hierro”, uno de los temas más famosos de León. En diciembre
llega la tercera versión del B.A.Rock y para marzo del ’73 sale a la
calle el primer disco, que había sido grabado como producción
independiente con Santaolalla a lo largo de dos años. El tema de
difusión es “En el país de la libertad”. Poco a poco va logrando cierta
difusión y se lo comienza a nombrar como “el Bob Dylan argentino”.
León
arma La Banda de los Caballos Cansados, con el objetivo de tocar en
vivo las canciones del disco: Rubén Batán (bajo), Vicente Busso
(batería), Rodolfo Gorosito (guitarra).
“La
Banda de los Caballos Cansados” (1974) es el título de su segundo
álbum, que sigue la línea progresiva-folklórica del primero. Su forma de
expresión es directa, casi osada. Y explica: «fue la música la que
despertó en mí el interés por entender el destino de los pueblos, el por
qué de las injusticias. De ahí en adelante traté de reflejar, con el
máximo de honestidad, mis propias preguntas, mis propias salidas y hasta
mis propias angustias. Seguiré siendo músico y recorreré todos los
lugares que pueda para cantarle a la gente como me sea posible». Así
fue. Para la minigira presentación del segundo disco Alfredo Toth y
Oscar Moro se incorporan en el bajo y la batería, respectivamente.
Paralelamente, se armó un supergrupo del folk acústico: PorSuiGieco, con
Raúl Porchetto, Charly García, Nito Mestre y María Rosa Yorio. Sin
ningún repertorio ensayado, sino más bien improvisando, salieron a tocar
en teatros capitalinos los temas más conocidos de ellos como solistas.
Tuvieron gran éxito y registraron un único disco, que salió a la venta
recién en 1976.
Medio
a la fuerza, por la nueva separación de su banda de apoyo, León sale a
tocar solo con su guitarra y su armónica. Tenía un contrato firmado para
dos shows, pero no tenía con quién tocar: «me enojé bastante y fui un
poco a la fuerza, porque pensaba que me iba a salir mal. (…) Y resulta
que hice dos shows impresionantes, el público hacía un silencio total
(…) Con el público se entabló una relación totalmente distinta y me
escuchaban como nunca antes. Entonces me empezó a gustar tocar solo»
(O.Finkelstein, pág 48).
Muchas
trabas por parte de la censura tuvo que sortear para poder sacar su
tercer LP: “El fantasma de Canterville” (1976), al punto de tener que
modificar la letra de seis temas y directamente eliminar otros tres (“La
historia esta”, “Tema de los mosquitos” y “Las dulces promesas”). Pese a
todo, el material es muy bien recibido. León continúa con las giras por
el interior, hasta que se aventura a Latinoamérica, a comienzos de
1978. Escapando de la censura, se radica por un año en Los Ángeles.
Del
“IV LP” (1978) sobresalen “Cachito, campeón de Corrientes” y “Sólo le
pido a Dios”, el otro himno de Gieco, junto a “Hombres de hierro”. En
realidad, León no estaba muy convencido de incluir este tema, que lo
encontraba “aburrido y monótono”, pero finalmente siguió el consejo de
Charly García, y a partir de ese entonces, León lo canta para cerrar sus
shows.
En
abril de 1981 se presenta en Obras por primera vez en la Capital
Federal “sólo con su guitarra, su armónica, su charango y su voz”. Es el
lanzamiento oficial del disco recopilación “Siete años” (1980), shows
en los que también adelantó canciones de su siguiente LP, “Pensar en
nada” (1981).
Es
en 1981 cuando comienza su inmensa gira nacional que le demandará en
total tres años. «Pensábamos que no podíamos depender de los managers
del interior, porque de esta manera se podía desvirtuar el proyecto. Fue
entonces que se nos ocurrió la idea de convocar a los estudiantes
secundarios para que nos organicen los conciertos. No tenían que
pagarnos por el show, sino garantizarnos la estadía (alojamiento y
comidas) y de esta manera funcionábamos como socios: ellos se llevaban
el 30 por ciento de la recaudación y nosotros el setenta. Por estas
características de producción, nuestro contacto con la gente era mucho
más directo e intenso que en otra situación» (O. Finkelstein, pág 72).
En
total, fueron 450 presentaciones en todas las provincias argentinas y
110.000 kilómetros recorridos, para cantar frente a alrededor de 420.000
personas. Al terminar la travesía, decidió llevar al disco todos los
ritmos característicos con los cuales se topó. Esta fue, sin dudas, su
obra más importante, aunque no contó con la difusión acorde. Bautizada
“De Ushuaia a La Quiaca”, es ni más ni menos que el mapa musical
argentino. Tres discos fueron editados con este material, en el cual
participaron, entre otros, Leda Valladares, Gustavo Santaolalla, Cuchi
Leguizamón y Sixto Palavecino. Para el primero de los discos (1985) se
trajo a los artistas a Buenos Aires, pero los otros dos volúmenes (1986)
fueron registrados en un estudio móvil de 16 canales en los lugares de
origen de los artistas. La edición de “De Ushuahia a la Quiaca” no sólo
marcó un hito en sí, sino que marcó un camino en la producción
alternativa, en que el objeto está lejos de “hacer dinero”. Todo quedó
registrado, además, en 40 horas de grabación en video.
Bajo
el título de “El Gran Concierto” se organizó en diciembre de 1984 un
show con León, Mercedes Sosa y Milton Nascimento, en Ferro. Gieco, en
pleno proceso de creación para “De Ushuaia a La Quiaca” no tenía banda
soporte y, por eso, lleva al escenario a Sixto Palavecino, Peteco
Carbajal, Santaolalla y varios otros músicos desconocidos del folklore
del interior. A mediados del año siguiente participa del XII Festival
Mundial de la Juventud, organizado en Moscú. En él también tocan Juan
Carlos Baglietto y Litto Nebbia, en representación de Argentina. También
salió de gira por Alemania, acompañando a Mercedes Sosa, para retornar a
Argentina en una nueva gira nacional que lo mantuvo ocupado durante
todo el ’86.
En
1987, León realizó otra gira por Alemania, que contó con 9 fechas y la
cual tuvo su clímax al presentarse en el Festival de la Canción Política
de Berlín. A su regreso, se presenta ante 40.000 personas en el
Monumento a la Bandera de Rosario y, al día siguiente, reúne a 35.000
espectadores para otro concierto gratuito en Barrancas de Belgrano. El
estadio de Boca es escenario del show que brindan León, Pablo Milanés y
Chico Buarque, con invitados como Mercedes Sosa, Fito Páez, Nito Mestre,
Baglietto y Sixto Palavecino, ante 20.000 personas. Para fin de año
organiza una gira mundial, que lo lleva a países tan dispares como
México, Costa Rica, Venezuela, Bolivia, Brasil, Perú, Suecia, Alemania y
Dinamarca. Sin dudas, León ya es un artista internacional. Esto se
confirma en el ’88 con otra exitosa gira por Alemania y Austria, de tres
meses de duración. Otra presentación importante para León fue el cierre
de la gira de Amnesty International, en el estadio de River Plate, en
octubre de 1988, junto a Charly García, Peter Gabriel, Bruce
Springsteen, Sting y otros. Cantó solamente dos temas: “Hombres de
hierro” y “Sólo le pido a Dios”, ambos coreados por los 70.000
espectadores presentes.
“Semillas
del corazón” (1989) marca el retorno a los estudios de grabación
“convencionales”, tras ocho años de giras. Fue realizado como una
producción independiente y grabó con Sandro el tema “Mi amigo”.
En
agosto del ’89 se presentó junto al legendario exponente del folk
norteamericano Pete Seeger, en el teatro Opera, y este material se editó
bajo el nombre de “Concierto en vivo” (1990). Al año siguiente, Seeger
lo invitó para presentarse juntos en Washington, Boston y New York. A
las funciones de la capital norteamericana se sumó David Byrne (de
Talking Heads), que había conocido a Gieco en su visita a Buenos Aires,
unos meses atrás.
En
diciembre de 1992 es invitado a tocar en la inauguración del Parlamento
Latinoamericano en San Pablo, junto a Milton Nascimento, Mercedes Sosa,
Os Paralamas do Sucesso, Gilberto Gil y Rubén Rada. Para esa época
salió a la venta “Mensajes del alma”, el primer disco que León graba
para la EMI-Odeón. El corte de difusión es “Los Salieris de Charly”, que
impulsa una buena venta del álbum.
Hacia
fines de 1994 edita “Desenchufado”, una ironía a la tendencia mundial
impuesta por la MTV norteamericana de los Unplugged. En este caso se
trató de un formidable re-make de los clásicos de León, entre ellos “El
fantasma de Canterville”, compuesto por Charly García para el cantautor.
La presentación de este disco en la Capital fue recién a fines de 1995,
con Nito Mestre, Rodolfo García, Oscar Moro y los ex Oveja Negra como
invitados.
“Orozco”
(1997) sorprendió con el hit bailable homónimo, cuya letra no contiene
otra vocal que la “o”. Sin embargo, detrás de ese tema, se esconden
canciones de calidad muy superior: “Alas de tango” o “El embudo”, un
homenaje a la Patagonia para la cual prestaron sus voces Mercedes Sosa,
Ricardo Mollo (de Divididos), Santaolalla, Ricardo Iorio (ex-Almafuerte y
Hermética), Chizzo (La Renga), entre otros.
En
octubre del ’97 abrió el show en homenaje a los veinte años de las
Madres de Plaza de Mayo, junto a Divididos, Las Pelotas, La Renga, Los
Piojos, Todos Tus Muertos, A.N.I.M.A.L., Attaque ’77, Actitud María
Marta, entre otros.
“Bandidos
rurales” (2001) arrasó con temas como “De igual a igual”, “Bandidos
rurales” y “Las madres del amor”. Se trata de un álbum con numerosos
artistas invitados como Charly García, Nito Mestre, Chizzo Nápoli (La
Renga) y Víctor Heredia, entre otros. Por este trabajo, Gieco obtuvo el
Premio Gardel a Mejor Artista Masculino de Rock y Mejor Diseño de
Portada.
“El
vivo de León” es un disco y un DVD que fueron registrados en los shows
de octubre del 2003 en el Luna Park. En junio del 2004 fue nombrado
Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, en un acto al que
asistieron Madres de Plaza de Mayo, organismos de derechos humanos,
autoridades de la ciudad, familiares del homenajeado, artistas como
Ariel Ramírez, Abel Pintos (ahijado artístico de León), Horacio Fontova y
Piero.
A
comienzos del 2005 se reeditó “De Ushuaia a La Quiaca”, la obra maestra
de León, en un CD cuádruple con tracks multimedia que contienen fotos,
bonus tracks, material periodístico e información adicional.
“Por
favor, perdón y gracias” (2005) incluyó “El ángel de la bicicleta”, un
tema que cuenta la historia de Claudio “Pocho Hormiga” Leprati,
asesinado en diciembre del 2001 por evitar que la policía baleara un
comedor infantil en Rosario. También “Santa Tejerina”, sobre una
adolescente que quedó embarazada por una violación y que fue condenada
por matar a su bebé. Pero la mayor polémica surgió a raíz de “Un
minuto”, un dúo con el Pato Fontanet, líder de Callejeros, en el primer
gesto de apoyo luego de la tragedia de Cromañón. Otros invitados con los
que cuenta el disco son Jimmy Johnson, Gustavo Santaolalla, Rubén
Albarrán, David Kemper, Gustavo Cordera, Dean Parks, Andrés Ciro
Martínez y Daniel Melingo.
“15
años de Mi” (2006) es el repaso de la carrera de León en el sello EMI,
desde 1991 al 2006. Además, incluye tres bonus tracks: una canción
compuesta para la película “Iluminados por el fuego”, de Tristán Bauer,
una versión en vivo de “Todos los caballos blancos”, grabada en el
Teatro Ópera, y la inédita “El surco”. La versión en DVD incluyó todos
sus video-clips, bonus, momentos especiales junto a otros artistas,
entrevistas, backstage de la grabación de algunos discos y fotos.
Sus
clásicos fueron regrabados en clave metalera en un proyecto junto a
Andrés Giménez, de D-Mente. “Un León D-Mente” resultó además parte
central del show de León durante varios años, recorriendo el país
mezclando el folklore con el nuevo sonido de su obra.
Gieco
lideró el trabajo documental “Mundo alas”, que incluyó un disco, una
película, un libro y varios episodios para la televisión pública, en el
cual varios artistas discapacitados de diversas disciplinas viajan por
Argentina mostrando su arte.
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