Historias en común
María Sánchez • La Habana
Después de más de 70 años de los acontecimientos de la Guerra Civil Española, es inexplicable que la presencia en esa guerra de más de mil 200 cubanos siga siendo para una buena parte de la humanidad un hecho desconocido o poco estudiado, si tenemos en cuenta que fue Cuba la que envió la mayor cantidad de combatientes, de acuerdo a su tamaño y a su número de población.
En nuestro país, después de 1940 y hasta 1959, resultaba muy difícil hablar del movimiento antifascista y de los voluntarios cubanos que participaron en la Guerra Civil Española.
Al triunfo de la Revolución, este tema fue tratado por los periodistas Alberto Alfonso Bello y Juan Pérez Díaz en el libro Cuba en España, editado en 1989; y anterior a este, en un libro titulado Cuba y la defensa de la República Española: 1936-1939, trabajo colectivo dirigido por Ramón Nicolau y publicado en 1981.
En la presencia de los cubanos en la Guerra Civil Española también estuvo profundamente interesado el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, quien consideraba de suma importancia el estudio totalizador de estos acontecimientos que formaron y forman parte de la historia de Cuba y del movimiento revolucionario.
Con este fin, la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana me solicitó que me trasladara a Moscú y visitara el Archivo Estatal de Historia Política y Social de Rusia, antiguo archivo del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), y conociera de la magnitud de los documentos existentes allí sobre la participación cubana en la Guerra Civil Española.
En el archivo, en el Departamento KOMINTERN, pude comprobar que existían, como parte del Fondo 545 y organizado por orden alfabético, todos los expedientes de los combatientes cubanos que se repatriaron de España después de concluida la Guerra.
Estos expedientes aparecen registrados en la Serie No 6. Desgraciadamente, no todos los combatientes cubanos se repatriaron inmediatamente después de finalizada la guerra. De los caídos en combate no encontramos expedientes. Ni siquiera actas de defunción, solamente pequeños listados que nos remitían a archivos que no hemos encontrado todavía y que no están en Rusia.
Los combatientes cubanos llegaron a España por cuatro vías diferentes. El número mayor, o más conocido, fue el que salió de La Habana. La salida fue organizada por el Partido Comunista de Cuba, aunque no todos eran militantes comunistas. Dos grupos salieron desde EE.UU., organizados por el Partido Comunista de Norteamericano: la Centuria Guiteras y el Club Julio Antonio Mella.
El tercer grupo se encontraba en España, en las ciudades de Madrid y Barcelona, y el mismo día del alzamiento fascista, el 18 de julio de 1936, estos cubanos, junto a los combatientes madrileños leales a la República, asaltaron el Cuartel de la Montaña, sede de los sediciosos en la capital española. De igual modo, ese mismo día, los deportistas cubanos participaron también con los revolucionarios catalanes en los combates callejeros de Barcelona.
El cuarto grupo, y último, estuvo compuesto por todos los revolucionarios cubanos que se encontraban exiliados en numerosos países del mundo: Francia, Centro y Sudamérica, Puerto Rico y Santo Domingo. Y hasta existió un caso muy especial: un cubano que se encontraba alistado en la legión extranjera, en el Norte de África, que se fugó de su unidad militar y apareció en España a combatir por la República.
Pudimos traer con nosotros casi todos los listados de la XV Brigada Internacional Abraham Lincoln, con el fin de encontrar en esos listados los nombres de los combatientes cubanos de los cuales no encontramos expedientes, así como también revisamos los listados de algunas otras Brigadas Internacionales, como la Brigada Comuna de París.
Es necesario precisar que en España los cubanos no conformaron una Brigada Internacionalista; sino que, asombrosamente, pelearon en todos los destacamentos militares españoles y en casi todas las Brigadas Internacionales, y fueron denominados en muchos casos no como cubanos sino como latinoamericanos o españoles. Por eso este trabajo de investigación se hace más difícil
El otro aspecto extraordinario es que todos los cubanos —raras excepciones— llegaron a España a integrarse a las fuerzas leales a la República como simples combatientes. Sin embargo, en el proceso de la guerra, en sus meses finales, los cubanos, por su valor y tesón revolucionario, estaban ocupando posiciones de mando: cabos, sargentos, tenientes, capitanes, mayores y comandantes, tenientes coroneles y comisarios políticos.
Trajimos mil 800 fotocopias de páginas de expedientes, de listados de combatientes, de fotografías, así como de informes de estos, y análisis militares y políticos sobre la Guerra Civil Española, vinculados a los cubanos. También todos los materiales que copiamos a mano. Invertimos seis meses en este trabajo.
La historia de los cubanos en la Guerra Civil Española es también parte integrante de la Historia de Cuba.
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