viernes, mayo 29, 2009

Versionar sí; desfigurar no


Hacer relecturas de viejas canciones puede ser un arma de doble filo. A veces sale bien, pero otras…

Desde hace ya varias décadas, hacer versiones de temas clásicos se ha convertido en una práctica muy usual. Las razones para llevar adelante esta tarea pueden ser variadas: rescatar del olvido canciones que merecen ser escuchadas por las nuevas generaciones, homenajear a algún artista o grupo determinado, sentir una identificación especial por una melodía y, a veces, también suele ser un recurso rápido para llamar la atención y sonar en las radios al que apelan algunos músicos no muy duchos (y otros un tanto perezosos) en materia de composición.

De todos modos, cualquiera sean los motivos que muevan a versionar un tema, siempre, pero siempre, se generará polémica. Esto es así por el simple hecho de algo tan personal como el gusto. Y a partir de ello, a unos les parece bien, a otros no; a algunos no les seduce y a otros sí.

Recuerdo el revuelo que se armó cuando Charly García anunció que grabaría su propia versión del “Himno Nacional Argentino”. Muchos se le fueron encima sin siquiera haberla escuchado una vez. Pero, más allá de las opiniones divididas, el ex Sui Generis ofreció su visión de nuestra canción insignia respetando la melodía y las diferentes partes de la misma. Observen hasta qué punto su versión ha sido aceptada con el paso del tiempo que, aún hoy, algunas emisoras radiales cierran su programación diaria con el Himno según García.

Personalmente, no encuentro nada negativo en esto de las versiones o de los covers, así tenga que ver con el rock, el tango, el folklore, el jazz, la música clásica, la tropical o las marchas patrióticas. Aunque sí creo que hay composiciones que, en su concepción original, son tan perfectas, tan sublimes y tan magistrales que no merecerían ser versionadas o que se les toque siquiera una coma, incluso por respeto a su autor o al primer intérprete que la grabó.

Ejemplos existen a montones, pero ¿puede haber un “El día que me quieras” mejor cantada que Carlos Gardel; una “Alfonsina y el mar” superior a la de Mercedes Sosa; un “Yesterday” que no sea el de Los Beatles? ¿Puede alguna versión de “Los Dinosaurios” emocionar más que la de su creador, Charly García? ¿Quién mejor que Soda Stereo para hacer “De música ligera”, que Spinetta con “Muchacha ojos de papel”; Frank Sinatra con “My Way”; Queen con “Bohemian Rhapsody” u Oasis haciendo “Wonderwall”? Mmm, qué difícil, ¿no?

Días atrás, con motivo de los inicios de los festejos por el Bicentenario del 25 de mayo de 1810, al pie del Obelisco se realizó un evento multitudinario en el que diferentes figuras de nuestra música brindaron renovadas versiones de temas y marchas patrióticas, con la dirección musical y arreglos del talentoso Lito Vitale.

Patricia Sosa, Palo Pandolfo, Juan Carlos Baglietto, Alejandro Lerner, Los Tipitos y algunos más prestaron sus voces a canciones muy conocidas, y que la mayoría de nosotros entonamos en algún que otro acto escolar durante nuestra niñez, pero desde una óptica nueva, actual, fresca y jugando con diferentes ritmos populares.

Esta “lavada de cara” a temas patrióticos generó, como no podía ser de otra manera, un esperado y lógico intercambio de opiniones. Algunas de estas nuevas versiones sonaron muy logradas y originales (como el soplo rocker de Baglietto y las chicas de No Lo Soporto en “Mi bandera”) aunque otros casos, como el del “Himno a Sarmiento” en tiempo de milonga y cumbia, provocó un cierto escozor.

Quiero aclarar que no tengo nada en contra de la cumbia (un género de raigambre popular, contagioso y con infinidad de adeptos en nuestro país y en toda Latinoamérica), ni de los intérpretes del tema, Pablo Lescano y Kevin Johansen (a quien entrevisté en más de una oportunidad y de quien destaco su fino e irónico perfil humorístico a la hora de componer pero, por encima de todo, su excelente buena onda), y mucho menos contra Lito Vitale, que dio (y sigue dando) sobradas muestras de su enorme capacidad musical. Tampoco dudo de sus buenas y sinceras intenciones al encarar semejante proyecto.

Sólo que me parece que una cosa es versionar y otra muy distinta es desfigurar una canción hasta hacerla irreconocible. Sino hubiese sido por la letra, era muy difícil descubrir que debajo de ese “monstruo”, de ese Frankenstein musical de melodía deforme y bastante lejana a la original, descansaba el bello “Himno a Sarmiento”.
Considerando que Vitale, Johansen y Lescano son compositores, quizás hubiera sido una muy buena y simpática idea que los tres crearan un tema inédito en ritmo de milonga y cumbia con una letra alusiva al Bicentenario. ¿Quién sabe? A lo mejor, sin proponérselo, eran responsables de un nuevo “hit” patriótico!.

Espero que los músicos involucrados y aquellos que gustan de este “nuevo” “Himno a Sarmiento” no se sientan ofendidos u ofuscados porque, sinceramente, no fue mi intención. Sólo quise expresar mi opinión y compartir mis sensaciones después de ver por televisión una auténtica, pero despareja, fiesta argentina.

http://www.10musica.com/blogs/79-709-versionar-si-desfigurar-no?comentarios=709

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