Me alegro, pero déjennos en paz: Correa
El Mandatario prefiere no referirse al rescate de Íngrid Betancourt. La Canciller dijo que ese hecho no incide en la reanudación de relaciones diplomáticas.
El presidente de la República, Rafael Correa, dijo ayer haberse alegrado del rescate de Íngrid Betancourt, pero se mostró fastidiado al hablar sobre el tema.
"Aún no me informo de sus declaraciones (refiriéndose a las de Betancourt). Me alegro mucho de que haya sido liberada. Pero déjennos tranquilos, déjennos en paz. Estamos hasta acá (señalándose la frente) de ese conflicto. Arreglen sus problemas y no nos afecten. Déjennos vivir en paz", afirmó por la mañana en Cuenca.
Por la tarde también se refirió en Ambato al rescate de Betancourt. "Exigimos a las FARC que liberen a todos los secuestrados.
Queremos que este sea el inicio de un proceso de paz. Colombia sabe que puede contar con el Ecuador para lograr ese propósito".
Con estas declaraciones, Correa reaccionó ante la noticia de que la ex rehén de las FARC hizo un llamado a él y a su homólogo Hugo Chávez para que "ayuden a restablecer vínculos de amistad, de fraternidad, de confianza, con el presidente (Álvaro) Uribe".
El llamado de Betancourt fue una referencia al rompimiento de relaciones por parte de Ecuador con Colombia luego de que tropas de ese país invadieron territorio ecuatoriano para atacar un campamento de las FARC.
Lo que sí está claro es que el estado de las relaciones diplomáticas entre los dos países no variará. Así dijo ayer la canciller María Isabel Salvador, en Teleamazonas. "La liberación de Betancourt es un motivo de fiesta", comentó.
Sin embargo, agregó que esa situación no tiene ninguna incidencia en el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Colombia, porque es un tema distinto.
"Son cosas distintas. Yo quiero que recordemos los ecuatorianos que lo que sucedió el 1 de marzo fue una violación territorial. En ese sentido no tiene por qué cambiar la situación, no mezclemos las cosas", dijo la Canciller.
Tras señalar que Ecuador ha reiterado su pedido a las FARC de que liberen a todos los secuestrados, la Canciller comentó que el Gobierno de Ecuador ha rechazado los métodos que utilizan las FARC, porque considera que violan los derechos humanos.
A decir de las autoridades del Gobierno, existen ciertas condiciones que se deben cumplir para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Para el vicepresidente Lenin Moreno, es necesario que Bogotá haga un "acto de contrición y que se arrepienta de sus pecados", por la violación de territorio ecuatoriano.
Para varios analistas la reacción de Ecuador dice mucho. "Mientras en los otros países fueron sus presidentes los que hablaron sobre el tema, en el país quien se pronunció fue un funcionario, quien leyó el comunicado", dijo el catedrático Farid Simon.
Según el especialista, el fin del secuestro a la ex candidata presidencial "pone a nuestro Presidente en una situación incómoda". Su argumento es que "ha atacado tanto al presidente Uribe, diciéndole mentiroso, y de pronto es un personaje que recupera un protagonismo". Según Simon, la estrategia de Uribe con respecto a las FARC da un liderazgo y reconocimiento internacional".
Carlos Espinosa, director de Relaciones Internacionales de la Universidad San Francisco, considera que es importante "no pasar por alto" las referencias que Betancourt hizo a Chávez y a Correa. "Fueron bastante punzantes, que se prestan para muchas lecturas.
La frase fue el agradecimiento por los esfuerzos para liberar a los rehenes, pero con la condición de que no interfieran en sus procesos democráticos", sostuvo.
De otra parte, la Asamblea, a través de una resolución, se limitó a expresar su congratulación por el rescate de Íngrid Betancourt y reitera sus deseos de que ese hecho "encamine al Gobierno colombiano a encontrar una solución pacífica del conflicto interno".
La decisión de la Constituyente fue propuesta por el asambleísta Luis Hernández (RED).
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