tengo que decir que cada dìa me sorprende màs el ingenio del ser humano.. el otro dìa veìa la subasta de besos, la venta de abrazos, yo he decidido contratar a una persona para que me acaricie el cabello cuando se me de la gana... pero vender una vida, eso si me parece excepcional.. y ademàs nada descabellada.. yo la venderìa a mi vida.. pero no.. eso querrìa decir que me desprenderìa de mi enano y a ese condenadote no lo suelto por nada.. (te amo feli..)
La vida cansa y la muerte, en el día a día, no sirve, no calma. Por desgracia, aún no hemos descubierto el sosiego eterno a tiempo parcial, las defunciones de ida y vuelta, el descanse en paz… dos horas, seis meses o una década. La vida cansa y es todo o nada. Hace unas semanas, Tomohiro Kato, un japonés de 25 años, asesinó con un cuchillo a siete personas e hirió a otras once en un céntrico barrio de Tokio y a plena luz del día. En su primera declaración ante la policía, Kato confesó el móvil del crimen: "Vine al barrio de Akihabara para matar a gente. Estoy cansado del mundo". Extraño y extremo método de eliminar la fatiga existencial.
¿Te cansa tu vida? No te preocupes, puedes venderla y encargarte otra. No es broma. Un británico de 44 años, pionero en buscarse otras vidas, ha puesto en venta la suya. "Hola, mi nombre es Ian Usher, y me cansé de mi vida. Lo pueden tener todo, si quieren". Así comienza la carta que Usher ha colgado en su página web (www.alife4sale.com) y donde explica porque ha decidido subastar toda su vida en internet. El móvil, en este caso, el desamor.
"Para vivir tan sólo hacen falta dos cosas: que tú quieras y que te quieran para quererlo", desvela certero el escritor Miguel Ángel Arcas. A Ian Usher un mal día dejaron de quererle. Hace seis años emigró a Australia junto a Laura, por aquel entonces la mujer de su vida, "la mejor chica de la Tierra, a la que quise mucho y ella también me quiso". Era muy feliz allí hasta que descubrió que su esposa amaba a otro y decidió divorciarse. Ahora, para olvidarla y borrar aquel maravilloso pasado, vende todo lo que vivió con ella: la casa de tres habitaciones y dos cuartos de baño, el coche, las dos motos, una de ellas acuática, el equipo de buceo, la bicicleta, su empleo de vendedor de alfombras… y a su grupo de amigos. En total, según sus cuentas, Usher esperaba obtener unos 300.000 euros por su vida vieja.
La puja en eBay ha durado cinco días y finaliza mañana. La próxima semana Ian Usher estrenará nueva vida y tendrá, según el último recuento, por lo menos, 1.200.000 euros para disfrutarla cómo, cuándo y con quién quiera. A primera hora del lunes, como anuncia en su carta, se plantará en la estación de trenes y partirá hacia alguna parte: "hay todo un mundo ahí fuera pase lo que pase".
Un mundo y varias vidas, pase lo que pase. Tantas como queramos. De primera o de segunda mano, da igual. Si la vida te cansa, la vendes y te compras otra más relajada, más liviana. Eso sí, por si acaso, no dejes nunca de mimarla. Te quiero, vida mía.
Sales y soles
El vendevidas
Gorka Andraka
Gara
La vida cansa y la muerte, en el día a día, no sirve, no calma. Por desgracia, aún no hemos descubierto el sosiego eterno a tiempo parcial, las defunciones de ida y vuelta, el descanse en paz… dos horas, seis meses o una década. La vida cansa y es todo o nada. Hace unas semanas, Tomohiro Kato, un japonés de 25 años, asesinó con un cuchillo a siete personas e hirió a otras once en un céntrico barrio de Tokio y a plena luz del día. En su primera declaración ante la policía, Kato confesó el móvil del crimen: "Vine al barrio de Akihabara para matar a gente. Estoy cansado del mundo". Extraño y extremo método de eliminar la fatiga existencial.
¿Te cansa tu vida? No te preocupes, puedes venderla y encargarte otra. No es broma. Un británico de 44 años, pionero en buscarse otras vidas, ha puesto en venta la suya. "Hola, mi nombre es Ian Usher, y me cansé de mi vida. Lo pueden tener todo, si quieren". Así comienza la carta que Usher ha colgado en su página web (www.alife4sale.com) y donde explica porque ha decidido subastar toda su vida en internet. El móvil, en este caso, el desamor.
"Para vivir tan sólo hacen falta dos cosas: que tú quieras y que te quieran para quererlo", desvela certero el escritor Miguel Ángel Arcas. A Ian Usher un mal día dejaron de quererle. Hace seis años emigró a Australia junto a Laura, por aquel entonces la mujer de su vida, "la mejor chica de la Tierra, a la que quise mucho y ella también me quiso". Era muy feliz allí hasta que descubrió que su esposa amaba a otro y decidió divorciarse. Ahora, para olvidarla y borrar aquel maravilloso pasado, vende todo lo que vivió con ella: la casa de tres habitaciones y dos cuartos de baño, el coche, las dos motos, una de ellas acuática, el equipo de buceo, la bicicleta, su empleo de vendedor de alfombras… y a su grupo de amigos. En total, según sus cuentas, Usher esperaba obtener unos 300.000 euros por su vida vieja.
La puja en eBay ha durado cinco días y finaliza mañana. La próxima semana Ian Usher estrenará nueva vida y tendrá, según el último recuento, por lo menos, 1.200.000 euros para disfrutarla cómo, cuándo y con quién quiera. A primera hora del lunes, como anuncia en su carta, se plantará en la estación de trenes y partirá hacia alguna parte: "hay todo un mundo ahí fuera pase lo que pase".
Un mundo y varias vidas, pase lo que pase. Tantas como queramos. De primera o de segunda mano, da igual. Si la vida te cansa, la vendes y te compras otra más relajada, más liviana. Eso sí, por si acaso, no dejes nunca de mimarla. Te quiero, vida mía.
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