Si alguien quiere conocer en cuatro minutos el fenómeno de la canción de autor en España, que no pierda el tiempo y escuche ¿Qué fue de los cantautores?, la canción —publicada en CANCIONEROS.COM hace cuatro años— que abre y da título al nuevo álbum de Luis Pastor.
19/02/2012 REDACCIÓN
El nuevo disco de Luis Pastor, que se publica el 6 de marzo de 2012, da un repaso en todos los sentidos a la historia de la canción de autor desde sus comienzos en los 60 (“Éramos tan libertarios, casi revolucionarios, ingenuos como valientes, barbilampiños sonrientes…”) hasta hoy (“…Hay cantautor para rato. Cantautor a tus canciones, Zapatero a tus zapatos”) en una canción lúcida, realista sin perder el sentido del humor y verdadera crónica social de un tiempo y de un país tantas veces ingrato e injusto con su cultura.
La canción recorre medio siglo de la canción de autor en España sin dejar títere con cabeza, con el orgullo del resistente (“De los muchos que empezamos, de los pocos que quedamos, de los que aún resistimos, de los que no claudicamos, aquí seguimos. Cada uno en su trinchera, haciendo de la poesía nuestro pan de cada día”) y poniendo los puntos sobre las íes en forma de verdades como puños. Sin nostalgias ni amarguras, asumiendo el rol y siempre mirando al frente con esperanza, pero llamando al pan, pan, y al vino, vino.
¿Qué fue de los cantautores? es la canción que abre el álbum, la que le da título y es su bandera, pero sería injusto limitar el repertorio del disco a este tema, porque hay otros 12, todos compuestos por Luis Pastor que se apartan de esta temática para lanzar con fuerza otras propuestas musicales y poéticas, con el compromiso que le acompaña desde sus comienzos hace 40 años, cuando publicó su primer single. Así, el disco continúa con Gaviota a volar (“Ya fui gaviota a volar, ya fui amor, ya fui deseo, ya fui nube para el sol, arena de tus desiertos”), que marca carácter enlazando aires insulares: el ritmo de Jamaica y la melancolía de Cabo Verde, unidos por un cierto aroma latinoamericano. Después, Fado destino de mar (“Fado de todos los mares, fado hermano de la copla, fado samba, morna, fado, fado de luces y sombras”) es un sentido tributo al fado, a Amália Rodrígues, a Cesária Évora, a la música como mundo global.
Corazón dolido (“Se duele el corazón de no ser canto, atrapado en la rueda de los días, cansado acorde que acompaña su triste melodía”) huele a bolero contemporáneo, magníficamente arreglado por Osvi Grecco; En tus mares encendidos (“Arde el barco del amor, saltan fuegos de artificio, al cielo del corazón, estrellas al infinito”) escapa de referencias para ser puro Luis Pastor; Flor de cerezo (“Del monte vengo sólo por verte, flor de cerezo, Valle del Jerte”) se acerca a la música popular en una canción sostenida por la percusión y En balsa de piedra (“En balsa de piedra navega tu alma, José Saramago Portugal y España”) es un swing lento y nostálgico que evoca al escritor portugués, con el que Luis Pastor colaboró en el álbum En esta esquina del tiempo.
Cartas de arena (“Donde el mar vierte sus olas, océano de mi alegría, escribo cartas de arena en las playas de mis días”) retoma aromas abolerados con otra instrumentación ejemplar e imaginativa (serrucho de Cuco Pérez emulando al theremin), y Amor que me dueles tanto (“Me duele tanto quererte, un dolor que no se nota, a veces pierdo el sentido, a veces parezco idiota”) se sostiene con guitarras acústicas con una tímbrica más anglosajona poco frecuente en el álbum, en una canción inspirada, honda, magnífica y con un final marca de la casa.
En la recta final del álbum, Borra de mí esta tristeza (“Anida en mi corazón palmera de sol al viento, pájaro de mi contento, arrullo de la pasión”) ofrece un excelente pulso rítmico y recupera la conexión portuguesa, que Luis Pastor domina como nadie en este país; Los celos (“Amaba como ama el mar al borde del precipicio, entre la arena y la sal la roca de su suplicio”) es una nueva demostración de las diferentes músicas que se unen en las canciones del álbum, con guitarras slide añadiendo diferencias y personalidad a una melodía que podría leerse desde varias geografías; Dama cañí (“Negra de Elche, dama cañí, sangre rumana, india, peruana, ecuatoriana de Chamberí”) va por chotis con recuerdos al pasodoble aderezado con percusiones brasileñas, y, cerrando el disco, Poema (“Ya no hay amaneceres para los que no comen, para los que no duermen, para los que no trabajan. Ya no hay revolución ni utopías”) enlaza con la primera canción (¿Qué fue de los cantautores?) es un recitado a palo seco para recuperar y actualizar el sentido de la canción protesta, hoy con tanta razón de ser como en los tiempos más duros.
Son las canciones de ¿Qué fue de los cantautores?, un álbum que se lanza con una portada que enseña un graffiti pintado por Elena & Sergio en un muro de Rivas Vaciamadrid, localidad donde vive Luis Pastor. El álbum está producido, arreglado y dirigido con sencillez y sensibilidad por Osvi Grecco, que también toca guitarras, ukelele, piano y órgano. Con producción ejecutiva de Lourdes Guerra, en el disco tocan músicos como Diego Galaz (violín), Tito Dávila (piano eléctrico y sintetizador), Martin Bruhn (percusión), José “Pepo” Gómez (bajo y contrabajo), Cuco Pérez (acordeón y serrucho), Lourdes Guerra (voz y coros), Marcela Ferrari (coros), Antonio Calero (batería), Norman Hogue (trombón), Markos Bayón (guitarra).
Luis Pastor (Berzocana, Extremadura 1952), llegó a Madrid a principios de los años 60 para vivir en la colonia Sandi del barrio de Vallecas. A los 14 años dejó la escuela para trabajar en una compañía de seguros. A los 16 se compró su primera guitarra, a los 17 escuchaba a Paco Ibáñez y a los 18 ya cantaba en los centros de emigrantes de Alemania, Francia y Bélgica. En 1972 publicó su primer single (La huelga del ocio) y su primer álbum (Fidelidad) apareció en 1975. Después llegaron Vallecas (1976), Nacimos para ser libres (1977), Amanecer (1981), Coplas del ciego (1983), Nada es real (1985), Por la luna de tu cuerpo (1986), Aguas abril (1988), Directo (1991), La Torre de Babel (1994), los dos volúmenes del directo Flor de jara (1994-1995), Diario de a bordo (1996), Por el mar de mi mano (1998), Piedra de sol (2000), Soy (2002), Pásalo (2004), Dúos (2006) y el disco-libro En esta esquina del tiempo (2006), en el que musicaba y cantaba poemas de José Saramago.
Han pasado cuatro décadas y 20 discos desde sus comienzos y, a punto de cumplir los 60 años, Luis Pastor se mantiene leal al título de su primer álbum. Fiel a una actitud, a unos principios, a un compromiso y a una manera abierta de hacer música. ¿Qué fue de los cantautores? es un reflejo de esta fidelidad y, al mismo tiempo, un recuerdo, un homenaje y un agradecimiento a los que se fueron, como queda patente en la dedicatoria del álbum: “A todos los compañeros cantautores que ya no están, pero que nos dejaron su ejemplo, su compromiso y sus canciones: Ovidi Montllor, Carlos Cano, Chicho Sánchez Ferlosio, Hilario Camacho, Imanol, Labordeta, Quintín Cabrera, Mikel Laboa…”. Para combatir el olvido.
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