Karla Jacobs (TORTILLA CON SAL, especial para ARGENPRESS.info)
Entrevista con Scarlet Cuadra Waters, editora de la revista Correo.
Scarlet Cuadra Waters es una periodista originalmente de Bluefields en la Costa Caribe de Nicaragua, con 20 años de experiencia trabajando en medios alternativos. En los años 80 ella fue la editora de Barricada Internacional, la versión internacional del periódico del primer gobierno revolucionario del FSLN.
Actualmente Cuadra es la editora de la Revista Correo, una revista de la izquierda que trata temas nacionales y regionales. También es la responsable del área de comunicación para el Proyecto de Desarrollo Integral del barrio Acahualinca, un proyecto financiado por España que se trata de mejorar el nivel de vida de las familias que viven y trabajan en el basurero de Managua, La Chureca, y de mejorar las condiciones ambientales del mismo con el sellado paulatino del basurero y un mejor manejo de los deshechos sólidos.
En esta entrevista Scarlet habla de los derechos de la mujer en Nicaragua y la relación de ese tema con el FSLN dando su perspectiva sobre la política pro mujer del gobierno, la penalización del aborto terapéutico y los grupos de mujeres que hacen oposición al Frente.
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Karla Jacobs: El tema del FSLN y los derechos de la mujer nicaragüense es un tema interesante que no deja de tener algunas contradicciones. Y es también un tema muy poco comprendido por sectores progresistas internacionales.
En mi opinión es una ironía que cuando más preocupación por los derechos de la mujer nicaragüense es expresado por los medios internacionales tanto corporativos como alternativos es cuando más derechos se les está cumpliendo el gobierno a las mujeres, y cuando más poder se le está cediendo a la mujer dentro del gobierno.
Tal vez esto sea resultado, además de la mala fe de algunos dueños de medios, del hecho de que la agenda pro mujer de ciertos sectores izquierdistas de los Estados Unidos y de Europa sea distinta a la agenda de las mujeres nicaragüenses.
Desde su perspectiva como mujer nicaragüense y como periodista, ¿cuáles serían los puntos claves de una política pro mujer en Nicaragua?
Scarlet Cuadra: Yo puedo entender cuando hablás de ese ojo que hay de los medios de comunicación e incluso del movimiento de mujeres internacional sobre Nicaragua. Evidentemente esto está relacionado al tema del aborto terapéutico y el derecho de la mujer a decidir.
Y sí, es un tema que está en debate, que preocupa. Yo, como mujer, me identifico plenamente con el derecho de la mujer a tener acceso al aborto, a tener el derecho de decidir sobre su cuerpo, y el derecho de decidir cuántos hijos pueda o quiera tener. Aunque no veo el aborto como un método de planificación familiar. Pero bueno, eso es otra parte de la historia, y es de lo más interesante.
Educación: la llave para el desarrollo de una sociedad en su conjunto
Pero si vos me preguntás, qué veo yo como políticas claves dirigidas hacía la mujer, yo no puedo dejar de mencionar el tema de la educación.
El énfasis que se le está dando aquí para crear oportunidades para que la población, tanto hombres como mujeres, tengan acceso a la educación, esa es la llave para el desarrollo de una sociedad pero también para un individuo.
Es la manera formal, digamos, para entrar, desarrollar y adquirir conciencia. Conciencia que es conocimiento. Si tenés información, si tenés saberes, si podés compartir tus saberes, y si otros conocen tus saberes, entonces está avanzando. El que tiene conocimiento avanza, no se estanca.
Y la política educativa [del gobierno del FSLN] es para hombres y para mujeres, pero resulta que en nuestro país las que han estado más alejadas de las aulas en el aspecto formal pero también en el aspecto informal somos las mujeres. Pero somos las mujeres las que a nivel de la familia somos la correa de transmisión de conocimiento y de información, entonces, es paradójico que somos las que hemos estado más alejadas de la sistemización del conocimiento.
Entonces cuando hablamos de que hay una política pública y que hay una voluntad política que con hechos se está demostrando, de abrir las aulas, de abrir el conocimiento, de abrir la sistematización del conocimiento a la población, resulta que las mujeres somos las más beneficiadas porque hemos sido las mujeres las más afectadas por las limitaciones de orden económica, social y cultural.
Entonces allí está la primera llave. Ahí te puedo decir que este gobierno sí está buscando equidad, sí está buscando justicia social y ha priorizado a las mujeres.
Oportunidades económicas en reconocimiento del trabajo de la mujer
Luego de esto está el tema económico que es la otra pata del banco para que te de equilibrio. Y lo que es la política económica del gobierno, ya no necesitamos ni mencionar que está dirigida fundamentalmente a apoyar a las mujeres.
En el programa del bono productivo, conocido como el Hambre Cero, dan prioridad a aquellos hogares donde la mujer es jefa de familia, y también donde no lo es. Y se le deposita poder en las manos de la mujer.
Porque la mujer siempre ha tenido la responsabilidad de llevar adelante la economía del hogar. Ahora no solamente tiene esa responsabilidad sino que, en reconocimiento de esa responsabilidad, se le está dando un instrumento de cambio, de mejoramiento que es el bono productivo - sus gallinas, sus chanchitos, su vaca, etc.
Hay gente que se ríe y se burla de este programa pero no saben el impacto que tiene en la familia saber ser poseedora de bienes que van primero por la sobrevivencia pero también que va por la gestión y producción de recursos que va a significar cambios importantes en su vida desde el nivel de la alimentación de la familia.
Ahora, hablando de la presencia de las mujeres en los cargos públicos, es una cuestión formal pero que también ayuda porque te va creando otro imagen. Incide en que los colectivos de mujeres vean a mujeres tomando decisiones, participando. Y no solamente a nivel de las esferas de gobierno sino que estamos hablando también en sus propias comunidades.
En Nicaragua la participación popular es una realidad
Por ejemplo los Consejos de Poder Ciudadano, los CPC - son eso - son puertas, son espacios de participación. Y si vas lugar por lugar te vas a dar cuenta, por lo menos yo cuando estaba trabajando más en la comunicación comunitaria, yo veía hombres y mujeres por igual pero veía las mujeres mucho más empoderadas en sus roles aquí en Managua en los barrios más pobres. Los barrios que gozan de menos beneficios sociales. Allí veía a las mujeres participando con una fuerza y una voluntad que uno dice - aquí está pasando algo. Aquí se está abriendo puertas a la participación y a la toma de decisiones. Y no está sucediendo tal vez al ritmo de que quisiéramos muchas, y muchos. Pero hay un ritmo que va ascendiendo.
Probablemente mucha gente promueve este tipo de modelo participativo pero muchas veces suena como algo teórico. Y es que en Nicaragua se está haciendo, se está poniendo en práctica. Esa es la gran diferencia. Y no es al ritmo que uno quisiera porque estamos trabajando con la realidad, porque no es solo algo anunciado en un periódico o un panfleto sino que lo estás aplicando y te encontrás con las contradicciones con que te presenta la realidad.
Entonces tenemos la voluntad manifiesta a nivel del gobierno, a nivel del partido de ir abriendo espacios de participación. Son espacios formales que de un momento a otro no solucionan, no remedian, pero creo que van cambiando el estereotipo de las relaciones de poder.
Ahora tenemos ministros que parecen al pueblo
Yo le comentaba a un amigo hace poco - fijate como este gobierno ha cambiado la cara del gobierno. Lleva un mensaje cultural y político importante. Porque ahora los ministros y las ministras ni son rubios, ni son chelitos, ni son delgaditos, ni son de fino hablar. Es que son la imagen de lo que son la gran mayoría de los y las nicaragüenses - son morenos, son indiados, no tienen palabras rebuscadas cuando conversan y cuando tratan con los periodistas o con la población.
Es decir hay una voluntad del gobierno de ir cambiando la cara del mismo gobierno, de ir acercándola más a la gente para que la gente vea en ese gobierno, un gobierno que es de ellos y que trabaja por ellos.
Y eso también hace que la gente se siente con confianza de hacer una fiscalización y también de hacer propuestas y de debatir y de consensuar.
Y ahora que el gobierno obedece la política de un porcentaje muy alto de mujeres en cargos públicos, y la mayoría de esas mujeres tiene cara popular, cara de mujer de pueblo. Este hecho contribuye de alguna manera de irnos quitando ese sentimiento que se ha generado en Nicaragua, la falta de autoestima, que uno dice - yo, a como soy, no me imagino asumiendo un cargo, tomando decisiones, debatiendo.
De repente durante estos últimos tres años se rompieron esos estereotipos de la cara europea o americanita. Y eso, sí, me demuestra que el gobierno tiene la voluntad de ir haciendo cambios.
Hay muchos avances en el campo de la salud, pero también hay deudas pendientes
Y bueno, después está el tema de salud. Yo creo que no sería justo decir que por haber penalizado el aborto terapéutico habría que estigmatizar a este gobierno, porque los avances en el campo de la salud que ha impulsado este gobierno han significado también salud para la mujer.
No manejo las cifras exactas, pero de acuerdo con las cifras del gobierno, ya hay un descenso en el índice de mortalidad materna. Entiendo que así es, y pues así tendría que ser, porque en la medida que vas llevando la atención a la población y en que mejorás la atención especial para las mujeres en general pues te tienen que ir bajando los índices de mortalidad materna.
Sí, hay deudas pendientes, hay cosas que discutir. Hay cosas que las mujeres que creen que el derecho al aborto es un derecho de las mujeres tendrán que pelear, tendrán que crear el debate y generar un estado de opinión público favorable a ese tema, tendrán que crear las condiciones, pues.
KJ: Hablando precisamente de ese tema, mi opinión personal hace tres años cuando se penalizó el aborto terapéutico fue que ya para este tiempo, o tal vez antes, se hubiera derogado esa ley. Porque la aprobación de la penalización del aborto terapéutico, yo la analizaba definitivamente como una jugada política para no perder las elecciones.
Pero desgraciadamente, hoy estamos a tres años del gobierno del Frente, y no se ha derogado esa ley. ¿Cómo analiza Usted esa situación? ¿Considera que la derogación es una prioridad para el gobierno?
SC: Yo pensaba exactamente lo mismo que vos. Que vas a sacrificar ese derecho de la mujer por una cuestión de coyuntura pero para dar avance estratégico. Pero evidentemente no es así.
Estamos en la obligación de levantar nuevamente el debate sobre el aborto
Entonces yo creo que los hombres y las mujeres que estamos dentro del Frente Sandinista que tenemos una opinión en relación al aborto terapéutico o no terapéutico estamos en la obligación de seguir luchando, de llevar este tema a la mesa del debate y no tener miedo a plantear nuestras opiniones. Estamos en la obligación a crear las condiciones para que en un momento llegue a ser aprobado nuevamente.
O sea este tema no me aleja a mí de los postulados, de la visión del Frente Sandinista ni del gobierno. Yo te digo lo que todos ya sabemos que nuestro partido es un partido donde hay propuestas, donde hay debate. Y los militantes tienen la responsabilidad de expresar y de dar a conocer sus planteamientos.
Yo he hablado con compañeras y con compañeros de la base del partido y he llegado a la conclusión que hay un sector importante que está en contra de la personalización del aborto. Hay otro sector que no tiene mayor interés en el tema. Y otro sector que está de acuerdo con la personalización. Pero no hay ningún sentido de que te van a estigmatizar porque estás planteando el aborto.
O sea que hay la suficiente libertad para hablarlo. Y yo creo que los que estamos a favor de que ese derecho - no solo de las mujeres sino de las propias familias - se recupere, estamos en la obligación de ir creando los espacios para hacer nuestros planteamientos.
Y no debemos de postergarnos, por aquello de pensar que ahorita no se puede porque en este momento hay otras cosas más importantes. En esta situación no debés esperar que se te plantean las condiciones sino que vos tenés que ir creando las condiciones para que estos temas se debaten a nivel de partido. Para que vaya creciendo de manera coherente una propuesta concreta, un planteamiento fundamentado. Y para que sea objeto de discusión a nivel del partido, de la sociedad y del gobierno.
Yo creo que hay suficientes espacios y apertura en las mentes de la militancia y de la gente que apoya al gobierno para discutir y abordar este tema. Lo que falta es crear las condiciones para que este debate lleve a una toma de decisiones. Y ahí sí, obviamente van a jugar un papel algunas condiciones de coyuntura política.
Los grupos de mujeres que hacen oposición al FSLN
KJ: Pensando en la coyuntura partidaria, porque Usted dice que considera que dentro del Frente sí existe una buena parte de la militancia que estuviera o que está a favor de promover esa propuesta de derogar la ley que penaliza el aborto, me gustaría hablar un poco del hecho de que la mayoría de los grupos que trabajan por los derechos de las mujeres - o por lo menos los grupos más visibles - no están con el Frente ...
SC: Pero no están con el gobierno no por el tema del aborto terapéutico. Desde antes han estado en contra del Frente por posiciones políticas que han llevado a esos grupos a situarse en oposición al partido al que en un momento pasado pertenecieron.
Porque lo del aborto no necesariamente te aleja. A miles de mujeres no las ha alejado del Frente. Siempre cuando abordás el tema encontrás diferentes posiciones pero de ninguna manera una exclusión o una estigmatización.
Yo creo que lo que les ha alejado a esos grupos del Frente son sus posiciones políticas, posiciones más allá del tema del aborto. Y son posiciones políticas a que tienen derecho. Ellos tienen derecho de alejarse.
Pero lo que sí me parece un abuso es que esa bandera del aborto la esgriman como que fuera la causa de su separación del Frente. Allí sí creo que hay una manipulación de muchos compañeros y compañeras. Porque la derecha está en contra del aborto terapéutico y esos grupos marchan con los partidos de derecha. Entonces el tema del aborto no los alejó de los partidos de derecha.
El hecho de que [esos grupos de mujeres] allí están con los partidos de derecha es porque hay coincidencias políticas entre sí. Porque se identifiquen entre sí.
Porque ese es el sector que de vez en cuando levanta una campaña en contra del aborto de lo más perverso y manipulador. Pero allí están esos grupos de mujeres marchando con ellos. Seguramente, aunque yo nunca les he visto, reciben financiamiento para sus campañas, comparten sus pancartas, sus camisetas.
KJ: Entonces, ¿Usted no considera que es una desventaja para el Frente el hecho de que esos grupos de mujeres, que son muy visibles .... ?
SC: Y muy inteligentes también. Porque dentro de esos grupos hay mujeres muy inteligentes y que han demostrado que están comprometidas con los derechos de la mujer, pero que por distintas razones ya están en la acera contrario.
Y sí creo que ha afectado la imagen del Frente. Y, bueno a ese nivel de decisiones yo no tengo información, pero parece que el Frente no ha tenido la voluntad de responder, o sencillamente ha optado por una estrategia de que digan lo que digan yo no voy a responder. Pero sí creo que el imagen del Frente ha sido afectado a nivel internacional.
Las que están comprometidos con la lucha del pueblo hacen falta dentro del FSLN
KJ: Hablando de la militancia del Frente, ¿Usted considera una desventaja el hecho de que esas mujeres o esos grupos no están con el partido, como para levantar ese debate sobre el aborto terapéutico?
SC: Yo distingo dos grupos. Están aquellas, que son las más visibles, que están en la palestra pública y que toda oportunidad que tienen es para atacar al proyecto político que está levantando el Frente Sandinista.
Y después están aquellas que están comprometidas con la causa de las mujeres, que creen en el derecho de la mujer de decidir, y que se han alejado del Frente pero que no se han destacado por tener una posición anti-sandinista.
Entonces en el caso de esas últimas yo creo que sí es una pena porque son compañeras y compañeros que pueden aportar mucho al debate y que son tan comprometidos que levanten su bandera a diario. Entonces sí, creo que no tenerlos dentro para la causa del derecho al aborto terapéutico es una pena. Es algo que desgasta, que te debilita. Es algo que hace falta.
Pero al otro nivel, la gente que ya tienen posiciones políticas opuestas, ¿para qué? Para qué los necesitás adentro si en todo caso irían en contra de la continuidad de la revolución que estamos llevando adelante.
Son compañeros y compañeras que te dicen - "yo, que di mi vida por la revolución, yo, que di mis horas extras ..." Entonces ¿por qué los vamos a querer tener dentro si van a estar llorando toda su vida por lo que dieron? Yo creo que esas personas hacen bien en haberse alejado y haber buscado sus propios espacios. Porque dentro no tienen nada que hacer ya.
Pero sí hay otros compañeros y compañeras, incluso algunas personas que yo conozco personalmente, que están muy dolidos por lo que están viendo en relación a ese tema y por eso han querido alejarse. Son personas que sienten que una vez más el Frente ha castigado los derechos de las mujeres por una cuestión coyuntural.
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