jueves, enero 21, 2010

Silvio Rodríguez promete: Segunda cita: a tiempo y sonriente


Ana Margarita González
Redacción Radio Ciudad de La Habana

Acabo de leer y apenas tengo tiempo para hilvanar todas las imágenes en mi mente. Silvio Rodríguez reveló a Telesur que, quizás para marzo, esté listo otro nuevo disco: Segunda cita, donde realizará el encuentro pendiente que tiene con los ángeles de su país.

Silvio es uno de esos cantores a los cuales siempre tengo que escuchar. No importa si canta, si habla, si hace música o sonríe. Siempre estoy atenta, y aunque no he tenido mucha suerte con él, lo sigo amando como el primer día, cuando lo descubrí siendo aún una niña y llené las paredes de mi cuarto de fotos y canciones.

En julio del 2001, vi cantar a Silvio en la Casa de las Américas. Estaba acompañado por los argentinos Víctor Heredia y León Gieco, y por sus amigos entrañables: Vicente Feliú y Carlos Varela. Fue durante la presentación de las canciones que harían el disco canciones con Santa Fe, a propósito de recaudar fondos para ayudar a los niños de la ciudad del mismo nombre, en Argentina perjudicados por las inundaciones del río Salado.

Más recientemente vinieron los días de los conciertos por las prisiones en Cuba, acompañado siempre de diversas personalidades del arte y la música. Y es que como Silvio me dijo aquella noche en La Casa: “siempre estoy trabajando y aunque la gente no me vea en un concierto, estoy trabajando para ellos”.

Recuerdo que aquella noche cálida, llegó al delirio, cuando Silvio empezó a cantar Cita con ángeles. El delirio porque juntos, “dio algo de lo bueno que tiene”. No se expresan ampliamente en esta entrevista de Telesur los temas que se incluyen en la Segunda cita, pero pronostico un disco a la “altura de Silvio”, autor de no sé cuántas canciones, donde destacan La Era está pariendo un corazón, Unicornio azul, Mujeres, Óleo de mujer con sombrero, rabo de nube, te doy una canción,….

Sobre el pretexto de la Segunda cita, Silvio respondió: “El día que presenté a la prensa Cita con ángeles (2003), que es un disco muy marcado por la agresión a Irak, mencioné que en algún lugar no muy lejano me estaba esperando una cita con los ángeles de mi país. Después me di cuenta de que en Cuba los serafines somos sencillamente los cubanos, porque la Revolución fue como Prometeo, que entregó el fuego, del saber, a los mortales.

“Es por eso que Segunda cita (2010) habla de una persona que se pone unas alas postizas y cuenta lo que haría si fuera un espíritu celeste. Este presunto ángel de la guarda comienza por quejarse de ciertas brumas. Parte de esa niebla se debe a mi creencia de que la llamada ofensiva revolucionaria de 1968 fue un error que todavía estamos pagando. Fue cuando el Estado decidió administrar todas las facetas de la vida nacional y comenzó el laberinto burocrático. Respeto a quien pueda pensar diferente pero, para mí, aquel traspié nos condujo hasta el nudo gordiano de hoy.

“O sea que los dolores mencionados en Segunda cita son nuestros. Sea señora alude la evolución que la sociedad cubana necesita, invocando a Antonio Maceo y a José Martí, pilares de nuestra nación. Demasiado es un bolero que trata de hacer ver cómo los absolutos abruman y generan respuestas. Trovador antiguo es un tributo a mis dos orígenes: San Antonio (mi pueblo natal) y San Leopoldo (el barrio habanero donde crecí), desde cuyas ruinas me incorporo al olvido y voto por la vida naciente. Bendita, originalmente, fue concebida para un documental. En esta nueva versión agregué una rogativa a la virgen de la Caridad de El Cobre, la Patrona de Cuba.

“La mayoría de los textos son acercamientos a la realidad cubana, unos más nítidos que otros. Estoy consciente de que un asunto tan específico puede limitar el interés por el disco, pero tampoco es la primera vez que me encomiendo a aquel proverbio indio que reza: cuenta tu aldea y contarás el mundo.

“Segunda cita está terminado desde julio de 2009, pero tuve que salir a cantar por Latinoamérica y pospuse el lanzamiento para cuando regresara. Cuando volví a Cuba, en septiembre, me diagnosticaron una hepatitis que me obligó a hacer reposo y a postergar de nuevo la presentación. Los jóvenes músicos que me acompañan en este trabajo son formidables.

El disco valdría la pena sólo por escucharles. Si acaso gustara, podríamos salir a mostrarlo; si no, esperaremos a hacer otro que deseen escuchar. Es muy probable que vea la luz en marzo. Pase lo que pase, creo que en Segunda cita también «he dicho lo mío a tiempo y sonriente”.

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