Cubadebate publica íntegramente la traducción de un artículo que aparece en el número de mayo de la Revista del Ejército norteamericano, que ofrece nuevas pruebas de los esfuerzos de los Estados Unidos para extender su guerra en el ciberespacio y dotarse de un cuerpo "legal" que lo justifique, incluso cuando la agresión laEstados Unidos: Bombardeos de alfombra en el ciberespacio
Coronel Charles W. Williamson III
2008-06-28
cometan contra países que ellos consideran sus aliados.
La frase "bombardeo en alfombra" se refiere al uso de un gran número de bombas de gravedad, frecuentemente usadas con una alta proporción de bombas incendiarias, para intentar la destrucción total de un área, ya sea para destruir medios materiales y personas, o para desmoralizar al enemigo. La frase pretende invocar la imagen de que las bombas cubren completamente un área, de la misma manera que una alfombra cubre el piso. Habría que recordar el bombardeo contra las trincheras talibanas en octubre de 2001 con las llamadas bombas cortadoras de margaritas.
Inicialmente, el "bombardeo en alfombra" era realizado por numerosos aviones que regresan una y otra vez a bombardear los objetivos en oleadas.
El concepto estuvo fuertemente influenciado por las teorías del período entre las dos guerras mundiales desarrollado por el estratega italiano almirante Giulio Douhet, quien sugirió que las guerras serían protagonizadas por ejércitos y destacamentos navales que se enfrentarían entre sí, mientras las fuerzas aéreas en otros escenarios atacarían los centros civiles enemigos. Varios días de destrucción
provocarían que una de las partes abogara rápidamente por la paz.
Esta teoría fue apoyada fervientemente por la prensa y la industria del entretenimiento. El libro The Shape of Things to Come, de H.G. Wells contiene una descripción terrible sobre la destrucción aérea de una ciudad. No se pensaba que era posible defensa alguna. La Fuerza Aérea Real británica consideraba evidente que "los bombarderos siempre lograrían su objetivo".
El concepto de aniquilamiento total de blancos civiles como método para reducir la duración de una guerra fue experimentado durante la guerra civil española, cuando la Legión Cóndor alemana atacó la localidad de Guernica en varias oleadas durante más de un día, lo que provocó una masacre. Aunque en la actualidad este procedimiento es
presentado como un acto inhumano, forma parte de la filosofía militar actual.
Durante la II Guerra Mundial esta técnica fue muy efectiva y mediante ella fueron destruidas ciudades enteras u objetivos de gran magnitud. Un ejemplo fue la destrucción de Dresde. El bombardeo en alfombra fue utilizado ampliamente contra centros de población civil japoneses, como Tokio.
Desde entonces los historiadores militares han discutido los méritos relativos del bombardeo en alfombra en contraposición con el bombardeo de precisión. Habría que recordar que antes que los sistemas de precisión estuvieran disponibles en los años 80, las bombas individuales lanzadas desde una determinada altura podían caer a
cientos de metros de su objetivo. Los ataques a baja altura podían ser más exactos, pero era menos probable la sobrevivencia del atacante. Por tanto, el bombardeo en alfombra fue una estrategia obligada por las circunstancias.
En la actualidad, un gran bombardero o un misil puede ser usado para provocar el mismo efecto en un área menor (por ejemplo, un aeropuerto), al lanzar un mayor número de bombas de menor tamaño. Los "bombardeos quirúrgicos" de hoy se efectúan con los B-52, los bombarderos más grandes que existen, propiedad exclusiva de EE.UU., a una altura de 13 000 metros. Su única función es la del bombardeo en
alfombra con bombas "cortadoras de margaritas" y de fragmentación que dejan el suelo sin hierba, como una alfombra. Salen hasta una decena de ellos, en formación, actuando al unísono y dejando cada vez cauterizada una franja que puede ir de 3 a 10 km de ancho. Los testigos afirman que no dejan ver el sol durante varios días, con
cráteres del tamaño de un campo de fútbol.
El artículo en cuestión del Armed Forces Journal es una declaración de principios sobre la manera de aplicar la guerra preventiva y los actuales conceptos de seguridad de Estados Unidos a la guerra cibernética. Términos "derechos de autodefensa" se usan sin el menor rubor. La violación de la ley internacional o la ley de la selva en el ciberespacio, el "derecho" a atacar objetivos civiles sin
previo aviso es la aplicación del orden mundial hegemónico, unilateral a la red de redes.
La referencia cínica a que "la fuerza bruta tiene una elegancia muy particular", no merece comentarios.
Justifica una carrera armamentista en el ciberespacio ante la "constatación" de que ya se está perdiendo la misma y de que China es el nuevo enemigo. Siempre ha hecho falta un fantasma y un pretexto. No podía ser menos en el mundo virtual.
La esencia está en la frase "no podemos darnos el lujo de permitir que nuestros adversarios maniobren en ese dominio no impugnado. La red robótica del ejército y la fuerza aérea aporta la capacidad de contribuir a derrotar el ataque enemigo o asestar el golpe al enemigo antes de que entre a nuestras costas."
La filosofía de los neocons exacerbada después del 11 de septiembre. Solo faltan las Torres Gemelas virtuales. Es cuestión de tiempo.
(Rogelio Polanco Fuentes, del Equipo editor de Cubadebate)
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