Sergio Alejandro Gómez
La música del joven trovador cubano Mauricio Figueiral indaga con franqueza en lo humano, porque —asegura— es la única forma de vivir con honestidad un proceso revolucionario, sin rehuir de contradicciones y cuestionamientos.Con motivo de las celebraciones por el Aniversario 50 de la Unión de Jóvenes Comunistas, Granma tuvo la oportunidad de conversar con este cantautor que asalta con su obra "un cielo muy alto, el que componen los anhelos, esperanzas y motivaciones de toda una generación".
Figueiral llegó a la larga tradición de la canción de autor cubana en su adolescencia, y ahora se aúna, junto a otros coetáneos, en una nueva hornada de trovadores que se hace sentir en la Isla cada vez con más fuerza.
Sin embargo, opina que la trova es una sola y no se puede dividir en generaciones: "a pesar de los cambios de época, contextos, maneras de decir, la esencia de los cubanos sigue siendo la misma y seguirá siendo la misma durante mucho tiempo y a eso responde mi música".
Su primera producción discográfica propia, Mauricio Figueiral y todo lo contrario, es un largo anhelo que se materializó recientemente bajo el sello Bis music. Este sábado será el lanzamiento oficial en la Sala Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes, donde se reunirá con "un grupo de amigos" entre los que destacan Adrián Berazaín y la cantante venezolana Amaranta Pérez.
Allí se podrá disfrutar de las "12 canciones inquietas", tanto en su forma como en su contenido, que integran el disco. Una selección que responde, según el autor, a su personalidad y a la personalidad de la juventud cubana.
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