El trovador ecuatoriano recibió un homenaje de la comunidad de chilenos de izquierda residentes en Ecuador. Comprometido y solidario ahora es él quien es el objeto de los agradecimientos. La rebeldía es su “huella digital”
En la Asociación de Empleados y Obreros de la Empresa Eléctrica se hizo el homenaje. Foto: Emilia Albán | El Telégrafo
La Comunidad de Chilenos de Izquierda residentes en Ecuador rindió un homenaje a Jaime Guevara, por su inclaudicable lucha a favor de los derechos humanos, de la no violencia y de las libertades de los pueblos.
El jueves pasado, en la Asociación de Obreros y Empleados de la Empresa Eléctrica Quito, varios de sus amigos y personas que querían demostrarle su aprecio se dieron cita para conmemorar al “Chamo Guevara”, su apodo de juventud y como lo llaman sus amistades. Así también lo conoce el pueblo ecuatoriano, especialmente el quiteño.
Su lucha se ha dado sin pedir nada a cambio, según enfatizó Héctor Olivares, uno de los representantes del Partido Socialista de Chile, refiriéndose a la labor, a la paciencia, al ahínco y a las largas jornadas que ha sostenido Guevara durante estos años a favor de las libertades.
En un escenario con poca improvisación, pero con profundo respeto y admiración a Guevara, se dio inicio al homenaje que se había preparado. Ya pasadas las 18:30 salió al escenario un grupo de teatreros; ataviados con coloridos trajes para representar la escena: una familia conmemoraba a Guevara, haciendo lo que mejor saben hacer, expresar sus sentimientos de amor y respeto a través del teatro. Entre globos, magia, colores y risas de los presentes concluyó la primera parte de un homenaje que más que un tinte formal se palpaba como una improvisación familiar. El “Chamo Guevara” llama a los chilenos “Mis amigos, mi familia”.
Patricio Guerrero, amigo, cantante y docente universitario, comenzó, acompañado de su guitarra, a interpretar cantos de amor y de libertad e hizo vibrar el ambiente.
Poesía, trova, música protesta, o como se califique a esa expresión que reivindica las labores y que denuncia las patrañas, fueron las expresiones más representativas de la noche, las que anunciaron que el ambiente apenas empezaba a sentirse caliente.
La escena no terminaba aún. Otro de los amigos del “cantor de contrabando” (como también llaman a Guevara por la popularidad de su disco de ese nombre), Guido Salazar, se hizo presente con sus canciones, que remitían letras evocadoras, si de emociones se hablaba.
Llegó el turno del homenajeado. Guevara subió a escena para deleitarlos con sus letras que son un vínculo directo a la protesta, a la no violencia, a los devastadores que atentan contra las libertades y a los derechos humanos.
El público chileno, eufórico y emocionado, demostraba entre aplausos, silbidos y voces de acompañamiento, el porqué estaban ahí.
Era el homenaje en vida, como decía el representante de la Comunidad de Chilenos de Izquierda; el recordatorio y la premonitoria respuesta de que a Guevara solo hay que darle el lugar y fecha de encuentro para que él contribuya con su voz y con sus letras -en protestas sociales en las que el medio es el mensaje transmitido a través de su trova-.
Con letras de temas como “Bandera negra”, “Mi perrito de 8 sucres”, “Orden superior”, “Venga no más” y “Amigos hermanos”, Guevara hizo que la comunidad chilena coreara sus interpretaciones.
Con mucha emoción, sentado en la parte izquierda de la asociación, observaba todo con esa ternura que lo caracteriza, sin olvidar, claro está, que es el hombre fuerte y denunciante a la hora de crear esas letras. Esas que han ayudado en el camino arduo, pero comprometido, en la lucha por las libertades sociales.
El “Chamo Guevara” remarcó que las barreras son mentales, que el amor es anárquico y que las luchas son eternas.
Añadió que los ideales de respeto y de lucha fraterna que ha compartido con los exiliados chilenos son los que lo han llevado y le han permitido considerarlos como su familia.
Terminó agradeciendo: “Las mejores rememoraciones son las que se hacen en vida. Gracias a mi familia chilena”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario