23.12.11 - América Latina
Jóvenes latinoamericanos se unen contra la violencia
Karol Assunção
Periodista de Adital
Adital
"La juventud quiere vivir”. Éste parece ser el principal grito de los jóvenes latinoamericanos que resuena por todo el continente. América Latina, una de las regiones más violentas del mundo, también se destaca por la violencia sufrida y practicada por jóvenes. El Informe sobre Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos, elaborado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA), destaca que el promedio de homicidios en América Latina es de 25,6 por cada 100 mil habitantes.
Tasa elevada, aún más si se compara con otras regiones como Europa, donde el índice es de 8,9 por cada 100 mil habitantes, o el Sudeste Asiático, donde la tasa es de 5,8. Situación más preocupante se da entre los jóvenes. Según el informe, si se relaciona con los jóvenes de 15 a 29 años, la tasa de homicidio sube a 68,9 por cada 100 mil habitantes.
En Brasil, por ejemplo, el Mapa de la Violencia 2011: los Jóvenes de Brasil, producido por el Instituto Sangari, reveló que de las 50.113 víctimas de homicidios que hubo en el país en 2008, 18.321 tenían entre 15 y 24 años de edad. Dentro de esa franja etaria, la tasa de homicidio en 2008 fue de 52,9 por cada 100 mil habitantes.
Para Julio Jacobo Waleselfisz, director de investigación del Instituto Sangari, el elevado índice de violencia existente en América Latina se debe principalmente a dos factores: herencia cultural y concentración de ingresos. Según él, la forma de colonización, con esclavitud y conflictos, contribuyó para generar una cultura de la violencia en la región, "un desprecio por la vida, con la solución de conflictos eliminando a la parte conflictiva”. Otro punto destacado por el investigador es la alta concentración de ingresos. Basado en investigaciones y estudios, Waleselfisz señala que la violencia es mayor en países donde la concentración de ingresos y de riqueza también es alta.
De acuerdo con el investigador, "la juventud es quien más siente [esa violencia] en América Latina”. Según él, los jóvenes son los más sensibles a las injusticias sociales y los que más padecen las dificultades de inserción social. El Censo de 2010, realizado por el Instituto Brasilero de Geografía y Estadística (IBGE) reveló que Brasil tiene cerca de 34 millones de jóvenes. De ese total, según Waleselfisz, aproximadamente el 20% no estudia ni trabaja. "Entonces, ¿que se espera del joven?”, se cuestiona.
La percepción de que la juventud es más vulnerable a la violencia también es destacada por Felipe da Silva Freitas, coordinador de la Campaña Nacional contra la Violencia y el Exterminio de Jóvenes. Desempleo y dificultad de acceso a la enseñanza superior son algunos ejemplos de situaciones que enfrentan los jóvenes. Además de esos ejemplos, Felipe recuerda que la juventud es una fase de transición, de conflicto. "El joven lucha por la autonomía, por la emancipación, es una fase de transición de la escuela al trabajo. Es el momento en que sale de su casa y va formar otra familia”, complementa.
Para el coordinador de la Campaña, los países latinoamericanos presentan algunas semejanzas cuando el asunto es violencia y exterminio de jóvenes. De acuerdo con su opinión, violencia policial, desigualdad social y exterminio de jóvenes negros son algunas de las quejas recurrentes en la región.
Situación que puede ser mejorada con más inversiones y políticas públicas para ese sector. Sin embargo, debe recordarse que la propia juventud es un término reciente y que las políticas orientadas hacia ese segmento de la sociedad todavía están en proceso de construcción en muchos países.
Brasil, por ejemplo, tuvo la Secretaría Nacional de Juventud recién en 2005 y el Estatuto Nacional de Juventud todavía se espera que sea aprobado en el Senado. Proceso que también está caminando en otros países de la región. El Senado colombiano aprobó el Estatuto de la Juventud este mes de diciembre y Venezuela creó, en julio pasado, el Ministerio del Poder Popular para la Juventud y los Estudiantes.
Este largo proceso, sin embargo, no para y prosigue con la demanda de la juventud: construcciones de estructuras y marcos legales que tengan a los jóvenes como sujetos y protagonistas de derechos. Para Waleselfisz, el cuadro de violencia sólo cambiará con más educación. "La educación es el mejor ecualizador de inclusión social”, refuerza.
¡Basta de Violencia!
Preocupados por la violencia, jóvenes de varios países se movilizan en campañas y acciones en contra del exterminio de la juventud. En Guatemala, por ejemplo, se organizó el movimiento "Jóvenes contra la Violencia”.
El grupo realiza en el país proyectos con el objetivo de prevenir la violencia juvenil y garantizar "más y mejores” oportunidades para la juventud guatemalteca. De acuerdo con el movimiento, el país está en el tercer lugar del ranking de los más violentos de América Central, victimando a una persona cada 90 minutos.
Honduras también cuenta con un "Movimiento de Jóvenes contra la Violencia”. La organización, según informaciones de su perfil en facebook, es "un espacio para que los jóvenes de las diferentes organizaciones juveniles y jóvenes independientes impulsen una propuesta con acciones encaminadas a prevenir la violencia; sensibilizar e involucrar al mayor número de jóvenes especialmente aquellos que están en riesgo social; y hacer incidencia publica para que la prevención de violencia sea prioridad en la agenda pública”.
En Brasil, las cuatro Pastorales de la Juventud (PJ, PJ Estudiantil, PJ del Medio Popular y PJ Rural) promueven, desde 2009, la "Campaña Nacional contra la Violencia y el Exterminio de Jóvenes”. Felipe da Silva Freitas, coordinador de la iniciativa, explica que la Campaña actúa principalmente en la formación política de base, discutiendo con grupos locales sobre la temática de la violencia y asuntos relacionados con la emancipación del joven.
La actividad también involucra marchas y manifestaciones para denunciar la violencia sufrida por los jóvenes brasileros y para proponer políticas públicas para ese sector de la sociedad. Felipe destaca, por ejemplo, la actuación de la Campaña durante la 2ª Conferencia Nacional de Juventud, realizada a comienzos de diciembre, en Brasilia, y en la construcción del Plan Nacional de Enfrentamiento de la Mortalidad de la Juventud Negra.
Traducción: Daniel Barrantes – barrantes.daniel@gmail.com
Tasa elevada, aún más si se compara con otras regiones como Europa, donde el índice es de 8,9 por cada 100 mil habitantes, o el Sudeste Asiático, donde la tasa es de 5,8. Situación más preocupante se da entre los jóvenes. Según el informe, si se relaciona con los jóvenes de 15 a 29 años, la tasa de homicidio sube a 68,9 por cada 100 mil habitantes.
En Brasil, por ejemplo, el Mapa de la Violencia 2011: los Jóvenes de Brasil, producido por el Instituto Sangari, reveló que de las 50.113 víctimas de homicidios que hubo en el país en 2008, 18.321 tenían entre 15 y 24 años de edad. Dentro de esa franja etaria, la tasa de homicidio en 2008 fue de 52,9 por cada 100 mil habitantes.
Para Julio Jacobo Waleselfisz, director de investigación del Instituto Sangari, el elevado índice de violencia existente en América Latina se debe principalmente a dos factores: herencia cultural y concentración de ingresos. Según él, la forma de colonización, con esclavitud y conflictos, contribuyó para generar una cultura de la violencia en la región, "un desprecio por la vida, con la solución de conflictos eliminando a la parte conflictiva”. Otro punto destacado por el investigador es la alta concentración de ingresos. Basado en investigaciones y estudios, Waleselfisz señala que la violencia es mayor en países donde la concentración de ingresos y de riqueza también es alta.
De acuerdo con el investigador, "la juventud es quien más siente [esa violencia] en América Latina”. Según él, los jóvenes son los más sensibles a las injusticias sociales y los que más padecen las dificultades de inserción social. El Censo de 2010, realizado por el Instituto Brasilero de Geografía y Estadística (IBGE) reveló que Brasil tiene cerca de 34 millones de jóvenes. De ese total, según Waleselfisz, aproximadamente el 20% no estudia ni trabaja. "Entonces, ¿que se espera del joven?”, se cuestiona.
La percepción de que la juventud es más vulnerable a la violencia también es destacada por Felipe da Silva Freitas, coordinador de la Campaña Nacional contra la Violencia y el Exterminio de Jóvenes. Desempleo y dificultad de acceso a la enseñanza superior son algunos ejemplos de situaciones que enfrentan los jóvenes. Además de esos ejemplos, Felipe recuerda que la juventud es una fase de transición, de conflicto. "El joven lucha por la autonomía, por la emancipación, es una fase de transición de la escuela al trabajo. Es el momento en que sale de su casa y va formar otra familia”, complementa.
Para el coordinador de la Campaña, los países latinoamericanos presentan algunas semejanzas cuando el asunto es violencia y exterminio de jóvenes. De acuerdo con su opinión, violencia policial, desigualdad social y exterminio de jóvenes negros son algunas de las quejas recurrentes en la región.
Situación que puede ser mejorada con más inversiones y políticas públicas para ese sector. Sin embargo, debe recordarse que la propia juventud es un término reciente y que las políticas orientadas hacia ese segmento de la sociedad todavía están en proceso de construcción en muchos países.
Brasil, por ejemplo, tuvo la Secretaría Nacional de Juventud recién en 2005 y el Estatuto Nacional de Juventud todavía se espera que sea aprobado en el Senado. Proceso que también está caminando en otros países de la región. El Senado colombiano aprobó el Estatuto de la Juventud este mes de diciembre y Venezuela creó, en julio pasado, el Ministerio del Poder Popular para la Juventud y los Estudiantes.
Este largo proceso, sin embargo, no para y prosigue con la demanda de la juventud: construcciones de estructuras y marcos legales que tengan a los jóvenes como sujetos y protagonistas de derechos. Para Waleselfisz, el cuadro de violencia sólo cambiará con más educación. "La educación es el mejor ecualizador de inclusión social”, refuerza.
¡Basta de Violencia!
Preocupados por la violencia, jóvenes de varios países se movilizan en campañas y acciones en contra del exterminio de la juventud. En Guatemala, por ejemplo, se organizó el movimiento "Jóvenes contra la Violencia”.
El grupo realiza en el país proyectos con el objetivo de prevenir la violencia juvenil y garantizar "más y mejores” oportunidades para la juventud guatemalteca. De acuerdo con el movimiento, el país está en el tercer lugar del ranking de los más violentos de América Central, victimando a una persona cada 90 minutos.
Honduras también cuenta con un "Movimiento de Jóvenes contra la Violencia”. La organización, según informaciones de su perfil en facebook, es "un espacio para que los jóvenes de las diferentes organizaciones juveniles y jóvenes independientes impulsen una propuesta con acciones encaminadas a prevenir la violencia; sensibilizar e involucrar al mayor número de jóvenes especialmente aquellos que están en riesgo social; y hacer incidencia publica para que la prevención de violencia sea prioridad en la agenda pública”.
En Brasil, las cuatro Pastorales de la Juventud (PJ, PJ Estudiantil, PJ del Medio Popular y PJ Rural) promueven, desde 2009, la "Campaña Nacional contra la Violencia y el Exterminio de Jóvenes”. Felipe da Silva Freitas, coordinador de la iniciativa, explica que la Campaña actúa principalmente en la formación política de base, discutiendo con grupos locales sobre la temática de la violencia y asuntos relacionados con la emancipación del joven.
La actividad también involucra marchas y manifestaciones para denunciar la violencia sufrida por los jóvenes brasileros y para proponer políticas públicas para ese sector de la sociedad. Felipe destaca, por ejemplo, la actuación de la Campaña durante la 2ª Conferencia Nacional de Juventud, realizada a comienzos de diciembre, en Brasilia, y en la construcción del Plan Nacional de Enfrentamiento de la Mortalidad de la Juventud Negra.
Traducción: Daniel Barrantes – barrantes.daniel@gmail.com
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