Por Elizabeth López Corzo (Cubasí)
-Una vez más Silvio es nominado al Grammy y no le dan el premio. En una entrevista anterior para Cubasí usted comentaba sobre la comercialización de la música con estos premios y dijo que los laureles le asustaban. ¿No será que su personalidad y el tipo de canción que defiende es lo que asusta al Grammy?
-Esos concursos, como todo el mundo sabe, son promovidos por las disqueras para vender discos. Mi producción discográfica es prácticamente artesanal, lo que pone en claro que ninguna trasnacional ganaría ni un centavo con un premio a mi música. Esa es la razón por la que no he ganado --ni ganaré-- un premio de ese tipo en mi vida. En los 80 y los 90, las décadas en que más discos míos se vendieron, España, que era el país de mayores ventas, reportaba 60 mil vendidos, por título. En aquellas fechas, en toda latinoamérica, no se reportaba ni siquiera esa cantidad. O sea, nunca he sido un fenómeno de ventas y no creo que que a estas alturas vaya a empezar a serlo.
-Mucha gente se conmovió con el concierto que dio recientemente en el barrio de La Corbata. ¿Piensa seguir haciendo este tipo de recitales? Y en cuanto al proyecto “Expedición” por las prisiones de Cuba, ¿cuánto influyó eso en usted como artista y ciudadano?
-En diciembre haremos otros dos conciertos en barrios parecidos a La Corbata y durante el próximo año continuaremos haciéndolos. Cuando existía la Nueva Trova, como organización, alrededor de los festivales, que eran anuales, íbamos a cantar a todas partes, incluso a las prisiones. Entonces varios de nosotros hicimos giras por las cárceles. Este último recorrido que mencionas fue especial, sobre todo porque se divulgó y eso hizo que se creara un ambiente favorable, que influyó en las prisiones. Mi planteo siempre ha sido que hay que
sistematizar la visita a los penales porque los que están privados de libertad llegan a pensar que han sido olvidados por el mundo. Que ocurran eventos que vienen “de afuera” influye positivamente en los reclusos y también en los custodios.
-Uno de los últimos post de Segunda Cita, “habiso a todos lo uzuario”, parece ser una broma. La imagen que mucha gente tiene de Silvio no es precisamente la de un hombre bromista ¿Qué hace reír a Silvio? ¿Qué lo haría llorar?
-Hay que recordar que yo nací en San Antonio de los Baños, pueblo conocido como “la villa del humor” por la cantidad de humoristas, dibujantes y publicaciones de este tipo que ha dado. En mi pueblo hay un museo del Humor y todavía se hace allí una Bienal. Por mi parte, a los 15 años ya dibujaba historietas cómicas. El humor es algo que tengo muy arraigado, aún cuando mis bromas no sean comprendidas.
- La foto del perfil del blog (si no me equivoco) es una imagen que corresponde al documental “Hombres sobre cubierta”, un filme que es un canto a la amistad, ¿es Silvio un hombre de amigos? ¿Qué necesita para considerar a alguien como tal?
-Pues no: la foto del perfil del blog es en la cabina de un avión que estaba pilotando, o más bien que hacía como que pilotaba. Lo que sí es cierto es que el piloto del avión era mi amigo, o al menos me quería, porque hay que tenerme aprecio para darme el timón de una aeronave.
Ahí mismo, en el blog, dije que respecto a los amigos prefería repetir algo que una vez le escuché decir a Fidel: amigos son aquellos que me soportan. Ejemplo, el piloto de aquel avión.
- Silvio es, aunque no se lo proponga un líder de opinión, ¿reconoce su responsabilidad como tal?
-Tomándolo como tú lo tomas, yo diría que tú también lo eres, y puede que hasta más que yo. Todo el que puede publicar una página o pronunciarse ante un micrófono, puede llegar a formar opiniones.
- ¿Qué opinión tiene de las declaraciones que dio Silvito en Miami y sobre la manipulación que intentaron los medios por la visita de Silvito y Los Aldeanos en esa ciudad?
-No es la primera vez que tratan de manipularlos. Por eso cuando se bajaron del avión lo primero que aclararon fue que iban a cantarle a todos los cubanos, no sólo al exilio. Y respecto a Silvio Liam, dijo la verdad cuando afirmó que lo apoyaba.
- ¿Qué sigue inspirando a Silvio Rodríguez a escribir canciones?
-No sé lo que me inspira las canciones, pero no es una sola cosa. Ellas tienen su vida propia, son improgramables. A veces uno puede imaginar que va a cantar sobre algo, pero la canción no aparece hasta que no puede ser ella misma.
- Si algún día se alcanzara ese mundo utópico y mejor que deseamos, ¿a qué le cantaríamos?
-A las puestas de sol, al beso que nos dieron, a la muerte, a la vida, a las ganas o a las desganas de cualquier cosa, a las contradicciones, porque mientras haya gente habrá contradicciones, de eso no hay dudas.
- ¿Qué cosas le faltan por hacer y que le gustaría no perderse? ¿Qué no haría nunca?
-No me gustaría perderme el día en que haya Internet en las escuelas y en los parques de mi país… Conste que ya la hay, según me han dicho, en el Instituto Superior de Arte… Y sobre lo que no haría nunca, no sabría decir… Supongo que nunca viviré eternamente…
- ¿Qué escritores sigue Silvio? ¿Qué música escucha? ¿Cuáles son sus películas favoritas?
-He seguido con saña a Edgar Allan Poe, a Horacio Quiroga, a Gabriel García Márquez y a unos cuantos más… En la música me he ido ampliando, sobre todo en cuanto a comprensión. Escucho más o menos lo mismo que hace 40 años, pero ahora lo entiendo diferente. Quién sabe si uno no debería escuchar más que unos pocos autores. Mis películas favoritas son las imaginativas.
-Una vez más Silvio es nominado al Grammy y no le dan el premio. En una entrevista anterior para Cubasí usted comentaba sobre la comercialización de la música con estos premios y dijo que los laureles le asustaban. ¿No será que su personalidad y el tipo de canción que defiende es lo que asusta al Grammy?
-Esos concursos, como todo el mundo sabe, son promovidos por las disqueras para vender discos. Mi producción discográfica es prácticamente artesanal, lo que pone en claro que ninguna trasnacional ganaría ni un centavo con un premio a mi música. Esa es la razón por la que no he ganado --ni ganaré-- un premio de ese tipo en mi vida. En los 80 y los 90, las décadas en que más discos míos se vendieron, España, que era el país de mayores ventas, reportaba 60 mil vendidos, por título. En aquellas fechas, en toda latinoamérica, no se reportaba ni siquiera esa cantidad. O sea, nunca he sido un fenómeno de ventas y no creo que que a estas alturas vaya a empezar a serlo.
-Mucha gente se conmovió con el concierto que dio recientemente en el barrio de La Corbata. ¿Piensa seguir haciendo este tipo de recitales? Y en cuanto al proyecto “Expedición” por las prisiones de Cuba, ¿cuánto influyó eso en usted como artista y ciudadano?
-En diciembre haremos otros dos conciertos en barrios parecidos a La Corbata y durante el próximo año continuaremos haciéndolos. Cuando existía la Nueva Trova, como organización, alrededor de los festivales, que eran anuales, íbamos a cantar a todas partes, incluso a las prisiones. Entonces varios de nosotros hicimos giras por las cárceles. Este último recorrido que mencionas fue especial, sobre todo porque se divulgó y eso hizo que se creara un ambiente favorable, que influyó en las prisiones. Mi planteo siempre ha sido que hay que
sistematizar la visita a los penales porque los que están privados de libertad llegan a pensar que han sido olvidados por el mundo. Que ocurran eventos que vienen “de afuera” influye positivamente en los reclusos y también en los custodios.
-Uno de los últimos post de Segunda Cita, “habiso a todos lo uzuario”, parece ser una broma. La imagen que mucha gente tiene de Silvio no es precisamente la de un hombre bromista ¿Qué hace reír a Silvio? ¿Qué lo haría llorar?
-Hay que recordar que yo nací en San Antonio de los Baños, pueblo conocido como “la villa del humor” por la cantidad de humoristas, dibujantes y publicaciones de este tipo que ha dado. En mi pueblo hay un museo del Humor y todavía se hace allí una Bienal. Por mi parte, a los 15 años ya dibujaba historietas cómicas. El humor es algo que tengo muy arraigado, aún cuando mis bromas no sean comprendidas.
- La foto del perfil del blog (si no me equivoco) es una imagen que corresponde al documental “Hombres sobre cubierta”, un filme que es un canto a la amistad, ¿es Silvio un hombre de amigos? ¿Qué necesita para considerar a alguien como tal?
-Pues no: la foto del perfil del blog es en la cabina de un avión que estaba pilotando, o más bien que hacía como que pilotaba. Lo que sí es cierto es que el piloto del avión era mi amigo, o al menos me quería, porque hay que tenerme aprecio para darme el timón de una aeronave.
Ahí mismo, en el blog, dije que respecto a los amigos prefería repetir algo que una vez le escuché decir a Fidel: amigos son aquellos que me soportan. Ejemplo, el piloto de aquel avión.
- Silvio es, aunque no se lo proponga un líder de opinión, ¿reconoce su responsabilidad como tal?
-Tomándolo como tú lo tomas, yo diría que tú también lo eres, y puede que hasta más que yo. Todo el que puede publicar una página o pronunciarse ante un micrófono, puede llegar a formar opiniones.
- ¿Qué opinión tiene de las declaraciones que dio Silvito en Miami y sobre la manipulación que intentaron los medios por la visita de Silvito y Los Aldeanos en esa ciudad?
-No es la primera vez que tratan de manipularlos. Por eso cuando se bajaron del avión lo primero que aclararon fue que iban a cantarle a todos los cubanos, no sólo al exilio. Y respecto a Silvio Liam, dijo la verdad cuando afirmó que lo apoyaba.
- ¿Qué sigue inspirando a Silvio Rodríguez a escribir canciones?
-No sé lo que me inspira las canciones, pero no es una sola cosa. Ellas tienen su vida propia, son improgramables. A veces uno puede imaginar que va a cantar sobre algo, pero la canción no aparece hasta que no puede ser ella misma.
- Si algún día se alcanzara ese mundo utópico y mejor que deseamos, ¿a qué le cantaríamos?
-A las puestas de sol, al beso que nos dieron, a la muerte, a la vida, a las ganas o a las desganas de cualquier cosa, a las contradicciones, porque mientras haya gente habrá contradicciones, de eso no hay dudas.
- ¿Qué cosas le faltan por hacer y que le gustaría no perderse? ¿Qué no haría nunca?
-No me gustaría perderme el día en que haya Internet en las escuelas y en los parques de mi país… Conste que ya la hay, según me han dicho, en el Instituto Superior de Arte… Y sobre lo que no haría nunca, no sabría decir… Supongo que nunca viviré eternamente…
- ¿Qué escritores sigue Silvio? ¿Qué música escucha? ¿Cuáles son sus películas favoritas?
-He seguido con saña a Edgar Allan Poe, a Horacio Quiroga, a Gabriel García Márquez y a unos cuantos más… En la música me he ido ampliando, sobre todo en cuanto a comprensión. Escucho más o menos lo mismo que hace 40 años, pero ahora lo entiendo diferente. Quién sabe si uno no debería escuchar más que unos pocos autores. Mis películas favoritas son las imaginativas.
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