jueves, octubre 29, 2009

La mentira y el genocidio (+ infografía)


21 Octubre 2009

Si en los últimos meses uno se acerca a los medios de comunicación transnacionalizados y se queda con esa sola verdad, pensaría que Estados Unidos está desmontando su política de bloqueo contra Cuba. Tal ha sido la ofensiva mediática y diplomática desplegada por el gobierno norteamericano para vender ese creencia. Pero nada más alejado de la verdad. El bloqueo sigue siendo la piedra angular de la política norteamericana hacia nuestro país.

Así era entonces
Cuando en enero de 2004, Barack Obama era Senador Estatal por Illinois declaró que era hora de “terminar el embargo contra Cuba” porque “había fracasado absolutamente“.
Apenas cuatro años después, cuando era candidato a la Presidencia de los EE.UU, el mismo Barack Obama dijo que “mantendría el embargo” porque “es un importante aliciente para el cambio.”

Cincuenta meses y una silla presidencial de por medio obraron la magia del travestismo político.





Persecución Implacable
La llegada a la Casa Blanca de la nueva administración demócrata con su discurso de cambio y sus mejores intenciones, despertó en no pocos círculos internacionales la esperanza de una nueva política hacia Cuba e hizo crecer la exigencia pública del fin del bloqueo como expresión de esa voluntad.

Pero tales deseos fueron aplacados desde bien temprano por el gobierno de Estados Unidos. El Vicepresidente Joseph Biden certificaba en el mes de marzo: “Estados Unidos mantendrá el bloqueo como herramienta de presión contra Cuba”.
Desde entonces no ha parado la maquinaria infernal de presiones, amenazas y multas que conforman el bloqueo. Basta una muestra rápida de lo ocurrido en estos meses del 2009:

En marzo, la empresa Lactalis USA, filial estadounidense del gigante francés Lactalis, productor de quesos y productos lácteos, fue sancionado por la OFAC con una multa de 20 950 dólares, porque habría incumplido las regulaciones del bloqueo al “hacer transferencias financieras electrónicas en las que Cuba o un ciudadano cubano tenía intereses”. Fue la primera penalidad por el bloqueo impuesta por esa entidad subordinada al Departamento del Tesoro tras el arribo del Presidente Obama a la Casa Blanca.

Ese mismo mes, el reconocido cantautor cubano Silvio Rodríguez no recibió la visa para asistir al homenaje en Nueva York al afamado músico norteamericano Pete Seeger, por su 90 cumpleaños. Seeger apoyó la campaña electoral del Presidente Obama, como lo hizo Bruce Springsteen, uno de los principales organizadores del homenaje.
El 30 de marzo, un juez federal de la Corte de Washington D.C desestimó una demanda de la empresa cubana CUBAEXPORT, por el robo descarado de la marca cubana de ron Havana Club en el mercado norteamericano por parte de la firma Bacardí. El juez adujo en su fallo la Sección 211, una percha congresional colgada a la ley del Presupuesto en 1999 que niega, a contra pelo de la ley internacional, la validez de marcas y nombres comerciales registrados y protegidos en Cuba, en territorio norteamericano. Tal aberración jurídica ha sido sostenida durante las tres últimas administraciones.

¿Qué sucedería si cualquier país procediera a cancelar arbitrariamente los registros de valiosas marcas norteamericanas en su territorio nacional y permitiera que otra empresa los usara deliberadamente en ese mercado?

En abril 30, la OFAC informó que la empresa norteamericana EFEX Trade LLC fue multada por prestar servicios de remesas, en los que Cuba supuestamente tenía un interés.

La empresa transnacional holandesa

Philips, con filiales en más de 60 países, fue multada en junio con 128 750 dólares. Philips le vendió a Cuba miles de equipamiento medios valorados en cientos de millones de dólares y desde hace dos años se ha abstenido de suministrar las piezas de repuesto que lleva el equipamiento adquirido para los sistemas de salud de Cuba y Venezuela, lo que ha ocasionado un fuerte impacto en el pesquisaje y tratamiento de miles de pacientes.

La OFAC impuso también este año una multa de 110 mil dólares a la compañía Varel Holdings por realizar exportaciones de tecnología a Cuba. Esta firma se dedica a la fabricación de barrenas para perforaciones petroleras

A finales de agosto, el Australia & New Zealand Bank Group (ANZ) le pagó a la OFAC una multa de 5 millones 750 mil dólares por realizar transacciones que supuestamente beneficiaron a Cuba y Sudán.

Ese mismo mes, la prestigiosa publicación sobre Informática CNET News, se burló en un artículo de la amenaza de sanción por violar el bloqueo hecha por el Gobierno de EE.UU a la firma intel, dado que las computadoras chinas que Cuba compra para su sistema educativo y el uso social, contienen un chip de intel. La publicación señala que son chips de bajo entandar internacional y en nada ello constituye una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos.

A la lista de los sancionados se suma la empresa MGE UPS, una filial californiana de una empresa francesa, multada con 10 341 dólares por haber fabricado reguladores electrónicos solicitados por su firma matriz que después fueron vendidos a Cuba para universidades y hospitales.

El pasado mes de septiembre, el Gobierno norteamericano prohibió el viaje de científicos norteamericanos el XX Congreso Internacional de Ortopedia y Traumatología, celebrado en la provincia de Granma.

Ahora, acaban de obstaculizar la visita a Cuba de la afamada Orquesta Filarmónica de Nueva York, en una absurda decisión. La Filarmónica estuvo en días recientes en Viet Nam, el pasado año realizó funciones en Corea del Norte. ¿Por qué en Cuba no? El Huffington Post calificó la medida como “arbitraria”. El Senador Byron Dorgan pidió al Gobierno permitiera el viaje de la Orquesta a Cuba. El actor Alec Baldwin declaró: “¡Dejen escuchar la Filarmónica en Cuba!”

Fuentes en Estados Unidos han situado al Senador anticubano Bob Menéndez como el principal artífice del irracional y anticultural acto, al presionar a la Casa Blanca con bloquear el avance de la Ley de Reformas de la Salud en el Congreso si se permitía el viaje a la Filarmónica. El odio ciego contra Cuba y el mezquino interés de contentar a la extrema derecha cubanoamericana que aporta fondos a las arcas del Senador Menéndez valen más que la posibilidad de salud y vida de casi 50 millones de norteamericanos.

Positivas pero tímidas e insuficientes.

El espejismo creado por las medidas tomadas en abril por el Gobierno de EE.UU, dejó en algunas la sensación de que el bloqueo comenzaba a derrumbarse. Pero nuestros lectores han recorrido una sintética pero abultada lista de casos concretos que muestran como sigue actuando esa política absurda y genocida.

¿Qué alcance tiene las medidas de Obama hacia Cuba?

Ni siquiera llegan al estatus del año 2004, antes de que Bush firmara su furibundo Plan contra Cuba; mucho menos, a los pasos dados por el Presidente Carter a fines de los 70.

Repasemos las recientes medidas:

Eliminación de las restricciones a las visitas familiares - con un límite hasta el tercer grado de consanguinidad - de los cubanos residentes en Estados Unidos.
Eliminación de las restricciones al envío de remesas de los cubanoamericanos a sus familiares en Cuba -hasta el tercer grado de consanguinidad-, y excluyendo a “miembros del Gobierno y del Partido Comunista”.

Ampliación del rango de artículos que pueden ser enviados como regalos
Otorgamiento de licencias para que empresas norteamericanas amplíen determinadas operaciones de telecomunicaciones con Cuba.

Estas medidas, positivas, pero tímidas e insuficientes, mantienen la prohibición de viajar a Cuba a los cubanos residentes en EE.UU que no tengan familiares en Cuba y tampoco eliminan la prohibición anticonstitucional a los norteamericanos de viajar libremente a Cuba, único país del mundo que se les impide visitar.

Lo de las Telecomunicaciones no es nuevo, viene desde la infame Ley Torricelli y también estaba en los planes agresivos de la administración Bush, pero siempre se ha quedado en intenciones llenas de limitantes y mucho barullo mediático
Se continúa impidiendo además la exportación de bienes y servicios en ambas direcciones; se les sigue prohibiendo a las subsidiarias de empresas norteamericanas en terceros países cualquier tipo de transacción con empresas en Cuba y permanece el veto a la venta a Cuba por parte de empresas de otras naciones de bienes o servicios cuya tecnología contenga más de un 10% de componentes estadounidenses.

El bloqueo prosigue obstaculizando el transporte de mercancías desde y hacia Cuba, pues los buques que toquen puertos cubanos no pueden entrar a los puertos norteamericanos durante los seis meses posteriores. Tampoco se ha eliminado la prohibición a bancos de terceros países para abrir cuentas o realizar transacciones financieras en dólares norteamericanos a personas jurídicas o naturales cubanas.
El objetivo de la Casa Blanca ha sido aplacar las crecientes presiones de Latinoamérica y la comunidad internacional sobre su irracional política contra Cuba. Pero no han variado las esencias. El pasado 14 de septiembre, el Presidente Barack Obama renovó la llamada Ley de Comercio con el Enemigo de 1917, en base a la cual el Presidente Kennedy oficializó la política de Bloqueo contra la nación en 1962. Esa vetusta disposición, enarbolada en el pasado contra otras naciones, hoy sólo se aplica contra Cuba.

Silencioso Genocidio
El bloqueo ha sido un arma genocida que ha actuado con impunidad a lo largo de casi cinco décadas. Su costo económico calculado en precios constante en unos 96 mil millones de dólares, no refleja en su totalidad el impacto real en nuestra economía ni el sufrimiento humano que ha provocado.

Si los cautos cálculos realizados hasta hoy del impacto económico del bloqueo tuvieran en cuenta la pronunciada depreciación que ha experimentado el dólar desde su no convertibilidad en oro a partir de 1971, la cifra de costo se elevaría a más de 236 mil 221 millones de dólares, lo que es equivalente a 4 veces el actual Producto Interno Bruto de Cuba (58 603,9 millones de pesos en el 2007 según la ONE).
Ello no incluye los daños directos ocasionados a nuestra economía y objetivos sociales por los actos terroristas alentados, organizados y financiados desde los EE.UU, que suman otros miles de millones de dólares.

Pero lo indescriptible es el sufrimiento humano, la pérdida de vidas, el impacto psicológico que causa el bloqueo en la población cubana, más del 70 por ciento de la cual hemos vivido toda la nuestra vida bajo esta atroz política de agresión. Así lo pueden atestiguar los niños cubanos que padecen de leucemia linfoblástica y no pueden utilizar el medicamento Erwinia L-asparaginasa y conocida como Elspar, porque a la Empresa norteamericana Merck and. Co. le es imposibilitado vender este producto a Cuba. O lo pueden hacer Osdenis Díaz (30 meses de nacido - Pinar del Río), Lesnier Ramírez (9 meses - Camagüey), Leidy Reyes (2 años - Camagüey), José Luis Sanamé (13 años - Ciego de Ávila), Yusmary Rodríguez (12 años - Ciudad de La Habana), Pedro P. Valle (4 años - Matanzas), Osniel Peréz (5 años - Ciudad de La Habana), y Roilán Martínez (3 años - Pinar del Río); todos ellos obligados a operarse a corazón abierto, porque el Cardiocentro “Pediátrico William Soler” no puede adquirir dispositivos como catéteres, coils, guías y stents producidos por las empresas norteamericanas NUMED, AGA y Boston SCIENTIFIC, que se utilizan para el diagnóstico y la intervención por cateterismo en niños con cardiopatías congénitas complejas.
Política inmoral, fallida y antipopular

El bloqueo como política es cada vez más rechazado por la sociedad norteamericana y la comunidad cubana residente en EE.UU.

En septiembre del 2008, Zogby Internacional y Diálogo Interamericano hicieron una encuesta entre 2700 norteamericanos probables votantes sobre diferentes temas latinoamericanos. Respecto a Cuba, el sondeo arrojó que el 60% era favorable a la revisión de la política hacia Cuba y permitir el comercio entre los dos países. El 68% de los encuestados apoyó la liberación de los viajes de los estadounidenses a Cuba.

Otra encuesta, realizada en Noviembre del 2008 entre la comunidad cubanoamericana y financiada por el Grupo de Estudios sobre Cuba y la Brookings Institution, reveló un 66% de apoyo a los viajes de los cubanos americanos a la isla y un 67% favorable a la eliminación de las restricciones de viaje impuestos a los ciudadanos norteamericanos. El 79% de los participantes en el sondeo consideró que el bloqueo no ha funcionado, el 65% favoreció el restablecimiento de las relacionadas diplomáticas entre los dos países, y el 79% opinó que se debe establecer un diálogo directo entre los dos gobiernos sobre temas de mutuo interés.

A la par del sentir ciudadano, ha crecido el rechazo a nivel político y académico al bloqueo. Varias son las declaraciones de importante personalidades e instituciones norteamericanas sobre el tema a lo largo de este año:

El 23 de febrero de 2009, la Oficina del Senador Richard Lugar (R-Indiana) circuló al Pleno del Senado un Informe titulado “Cambiar la Política hacia Cuba en el interés nacional de EE.UU”, en el que reconoce el fracaso de la política de su país hacia la nación caribeña y plantea una serie de recomendaciones, entre las que destacan la de reemplazar la condicionalidad en el enfoque de EE.UU por un acercamiento progresivo, levantar las restricciones de viajes y remesas, revisar las leyes Torricelli y Helms-Burton y el Plan Bush, reanudar las conversaciones bilaterales y la cooperación en temas migratorios y enfrentamientos al narcotráfico, así como flexibilizar medidas económicas.

Ese mismo día, 14 Congresistas firmaron una carta dirigida al Presidente Obama en la que apoyan “el libre comercio entre Cuba y los Estados Unidos”, argumentando las ventajas que proporcionaría tal paso a ambas naciones.

El Coronel Glenn Alex Crowther, reconocido oficial y Profesor de Asuntos de Seguridad Nacional en el Instituto de Estudios Estratégicos adscrito al famoso Colegio de Guerra de EE.UU, exhortó al Gobierno de EE.UU a cambiar de política, en un artículo publicado el pasado febrero con el título “Díganle adiós al embargo”, donde señaló: “…levantar el embargo podría enviar una importante señal a la comunidad internacional de que Estados Unidos es magnánimo e integrador; mantenerlo nos hace aparecer mezquinos y vengativos“, y dijo además: “…no podemos convencer a nadie de que Cuba es una amenaza para EE.UU ni demostrar internacionalmente que el mantenimiento de la misma política tendrá un impacto positivo”.

Varios influyentes centros políticos, económicos e intelectuales como la Brookings, Institution, el Council on Foreign Relation, Inter-American Dialogue y la New American Foundation, se pronunciaron con matices diversos en los últimos meses contra la actual política de EE.UU hacia Cuba.

En agosto de este año, el que fuera el principal negociador para el tema agrícola de la administración Bush, del 2001 al 2005, Allen F. Johnson, declaró: “La política de mantener a los cubanos más hambrientos y pobres con la esperanza de aniquilar su gobierno ha sido trágicamente inefectiva “Nuestra estrategia con Cuba limita nuestro acceso a un mercado creciente para nuestros agricultores y ganaderos, y viola un principio fundamental de no utilizar los alimentos como un arma en nuestra política exterior”.

Más recientemente, el ex Secretario de Estado norteamericano George Shultz hizo pública una carta en la que expresa: “Hace tiempo pienso, y he dicho públicamente en varias ocasiones que, ya que se acabó la Guerra Fría, deberíamos simplemente eliminar el embargo contra Cuba... Me alegra enterarme que está caminando un proyecto de ley para eliminar la prohibición de viajes para los estadounidenses. Este es un paso en la dirección correcta: [1]

Shultz ya había dicho en el programa televisivo de Charlie Rose, en abril de 2008, que las sanciones estadounidenses contra Cuba eran “ridículas”.

Acaba de ser publicado en Estado Unidos el libro “The Clinton Tapes: Wrestling History With the President“, que reseña las conversaciones que el ex Presidente Bill Clinton sostuvo durante años con el escritor Taylor Branch. En él se cuenta que Clinton, quien firmó y puso en vigor la macabra Ley Helms-Burton[2], le confesó a Branch que el bloqueo es “un tonto y fallido acto de proxenetismo…Cualquiera, aunque tenga solamente medio cerebro, puede darse cuenta que el embargo es contraproducente. Es contrario a las políticas más sabias de compromiso con que habíamos tratado a algunos países comunistas, aún en la cima de la Guerra Fría. El embargo no ayuda a nadie.” Aunque Clinton no dijo por qué entonces apostó por reforzar el bloqueo si develó las presiones que recibió de la mafia cubanoamericana, las mismas que ahora sufre su esposa en el Departamento de Estado: “(Bob) Menéndez me entra a patadas, puntualmente, cada dos o tres días para que sea más duro contra Castro. No importa lo que haga, siempre me da las patadas…”

El pasado 9 de octubre, el Gobernador de Nuevo México Bill Richardson, durante una conferencia a la que asistió. Arturo Valenzuela, el candidato de la Casa Blanca al puesto de Secretario de Estado Adjunto para el Hemisferio Occidental, dijo refiriéndose a Obama: “Con el nuevo Nobel de la Paz prestemos más atención a América Latina. Todavía no lo estamos haciendo“, y declaró que para restablecer las relaciones con Cuba es indispensable levantar el bloqueo, salir de Guantánamo y liberar a Los Cinco.[3]

Las repeticiones no son buenas

El bloqueo es un acto de genocidio, es una violación del derecho internacional, es una política criminal, obsoleta y fallida, es éticamente inaceptable y constituye el principal obstáculo para el desarrollo económico y social de Cuba.

Sostenerlo por razones de “interés nacional” de los EE.UU, como ha dicho el Presidente Obama al firmar la continuidad de la ley de comercio con el Enemigo es un absurdo.

Por ese camino, poco se puede esperar a medio plazo en las políticas de esta administración sobre el bloqueo. Al parecer, los cálculos electorales y los rejuegos internos siguen pesando más que los mejores intereses de política exterior de EE.UU.
En un análisis reciente a la agencia Reuters, el abogado norteamericano Robert Muse, especialista en cuestiones de Cuba, dijo que cree que “a partir de ahora, los políticos de la Casa Blanca han decidido que no van hacer nada en relación con Cuba por que la Florida será una elección apretada… Mi tesis -afirmó - es que la política sobre Cuba terminó en este mandato, y vamos a tener que esperar hasta el segundo mandato (de Obama), cuando nos va a decir que estará libre para continuar actuando”.
La mejor conclusión la hizo Fidel en su Reflexión “Obama y el Bloqueo” cuando señaló:
¿Debemos esperar tantos años para que suspenda su bloqueo? No lo inventó, pero lo hizo suyo igual que otros diez presidentes de Estados Unidos. Se le puede augurar por ese camino un fracaso seguro como el de todos sus predecesores. Ese no fue el sueño de Martin Luther King, cuyo papel en la lucha por los derechos humanos iluminará cada vez más el camino del pueblo norteamericano.



Notas
[1] Se refiere al proyecto de Ley presentado por el congresista Byron Dorgan para permitir los viajes de los norteamericanos a Cuba

[2] La Ley Helms - Burton, fue presentada al Congreso de EE.UU por Jesse Helms y Dan Burton. Tras su aprobación congresional fue firmada por el Presidente Clinton en 1996. Codifica todas las políticas y acciones del bloqueo.

[3] Los Cinco es como son conocidos cinco ciudadanos cubanos que están presos en Estados Unidos desde 1998 por penetrar organizaciones terroristas que desde ese país han cometido numerosos actos criminales contra Cuba
Fuentes: Informe de Cuba sobre el Bloqueo (Julio 2009) y artículos de Cubadebate.

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