22 Octubre 2009
Revista Cambio, Colombia
La empatía de 'Residente' con arhuacos y koguis surgió durante un viaje por el continente.
Al comenzar la emisión de la entrega de los Premios MTV Latinoamérica el pasado 15 de octubre, un joven calvo y de brazos tatuados apareció dentro de un vehículo leyendo una carta que le advertía una a una cuáles eran las malas palabras que, en su calidad de presentador, no podía decir durante el espectáculo. Sin embargo, a medida que pasaron los minutos quedaba demostrado que ese hombre, de apodo Residente y de nombre René Pérez, venía con ánimos contestatarios y no estaba dispuesto a desaprovechar que estaría frente a una audiencia de 575 millones de hogares en 162 países. Por eso al final solo unas pocas groserías pudieron escapar del tradicional pito de censura.
No conforme con su descarga verbal, el irreverente líder de la agrupación puertorriqueña Calle 13 echó mano de una estrategia visual: siete camisetas con dibujos y textos alusivos a temas específicos de la actualidad de América Latina. La más polémica, la que vistió en la alfombra roja de los Premios, cuyo estampado admitía varias lecturas. Podía ser “Uribe para militar”, “Uribe bases para militares” o la que acogió el artista tras el escándalo: “Uribe para bases militares”. En sus propias palabras, “en esa camisa existe un juego de palabras” y “uno lee lo que quiere”.
Las reacciones no tardaron. Un comunicado de la Cancillería señaló que la prenda constituía un agravio para el presidente de Colombia y era “un irrespeto a la dignidad de nuestros connacionales”. Por su parte, el alcalde de Manizales, Juan Manuel Llano, pagó un aviso en el diario La Patria para instar a sus colegas a no otorgar permisos para las presentaciones que la agrupación puertorriqueña tiene planeadas la próxima semana en distintas ciudades colombianas, como la de Bogotá, para la celebración del Halloween. Sin embargo, para muchos el boricua ya se había salido con la suya.
Y quién iba a sospechar que la protesta política en la música latinoamericana iba a expandirse no en la voz de un trovador cubano o de un roquero, sino de un cantante cuyo ritmo y tono evocan al reguetón. Pero clasificar en ese género a Calle 13 resulta ofensivo para sus seguidores. Puede que suene parecido, pero sus letras y videos están lejos del ideal de las minifaldas, las caderas vibrantes, las cadenas doradas, los carros engallados y el espíritu gasolinero.
Para sacarlo de ese cajón, algunos prefieren ubicar la música de Residente en la categoría de ‘reguetón alternativo’ y otros acuñaron el género ‘urbano’. Después de todo, en términos de ideales, las canciones del boricua tienen el contenido político de la nueva trova, la rebeldía del rock y la anarquía del punk. Claramente la voluntad de “darles voz a los pueblos y a la gente que por lo general no son escuchados” -como se justificó René en su respuesta a la Cancillería- no cabe en el ideario de un reguetonero convencional.
Chico de barriada
La rebeldía no sale de la nada. René Pérez nació en 1978 en San Juan de Puerto Rico pero vivió en el municipio de Trujillo Alto. A causa del nacimiento de su sexta hermana en 1990, su familia tuvo que trastearse a una casa en la Calle 13 de esa ciudad. Allí nació la agrupación que, según él, “es la mezcla de clases sociales: la incómoda con ganas de ser cómoda, muy pobre pa’ ser rica, muy rica pa’ ser pobre”.
De su debut en 2005 casi todos recuerdan ¡Atrévete te-te!, pero el contenido político estaba en la letra de Querido FBI, una violenta crítica a la agencia estadounidense por el asesinato ese año de Filiberto Ojeda, líder de Los Macheteros, organización boricua que busca la independencia de Puerto Rico frente a Estados Unidos.
Eso explica por qué Colombia ha resultado interesante para la protesta de Residente. De hecho, el episodio de los MTV no fue el primero en el país. Hace un par de meses en Bogotá, durante el concierto de cierre del Festival de Verano, unos asistentes que estaban cerca de la tarima le pasaron una pancarta que decía: “No queremos bases gringas en Colombia”. Él no tuvo el menor reparo en desplegarla y exhibirla.
Desde ese instante René aprovechó cada intervalo de su presentación para reclamar por la presencia de militares de Estados Unidos en Colombia, un tema que lo afecta personalmente porque tiene semejanza con lo que ocurre en su Puerto Rico natal. “Ustedes son libres; ya quisiera yo tener un país libre como el de ustedes”, dijo al público, y luego recordó que su intención en el escenario era, de ser posible, “sembrar una semilla en algunas cabezas huecas”.
En esa misma línea política, antes de finalizar el espectáculo en el Festival de Verano, Residente salió al escenario acompañado de dos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta y habló sobre la importancia del cuidado de los recursos naturales y el respeto que merecen estos territorios del país.
Su relación con los arhuacos y los kogui viene de tiempo atrás, pues él y su hermano Eduardo Cabra hicieron un viaje por Colombia, Venezuela, Perú, Nicaragua y Argentina con el fin de buscar nuevos sonidos para una futura producción. Durante la travesía convivieron con diferentes comunidades indígenas y estuvieron en lugares como Macchu Pichu, Palenque, el lago Titicaca e incluso en algunos que exigían permisos especiales para entrar. Las grabaciones terminaron convertidas en un documental titulado Sin mapa, que ha sido presentado en algunos festivales de cine y próximamente será transmitido por televisión.
Y aunque Calle 13 no es la única banda de la región que tiene esos ideales y el valor de protestar -sería injusto dejar por fuera a Aterciopelados y Dr. Krápula-, su gran visibilidad la ha hecho merecedora del reconocimiento de su gremio. “René me parece una figura necesaria para la música actual -dice Héctor Buitrago, de Aterciopelados-. Todo lo que dijo en los Premios MTV encierra muchas verdades. Hay maneras de hacer visibles las denuncias, y eso es lo bonito que él hizo”.
Muestra de ese reconocimiento y de la orientación política de Residente también son las colaboraciones con artistas como los cubanos de Orishas, el salsero Rubén Blades -conocido por su mensaje antiyanqui- y la grabación de una canción con Mercedes Sosa.
Imposible determinar qué tan lejos llegará su mensaje, o incluso si se atreverá a pasar del escándalo a la acción. De cualquier manera, no se puede desconocer que Residente pisó fuerte al tomar un camino que hace años ningún músico de su importancia y éxito en América Latina había tomado.
Defensores de la Sierra
Aunque hasta ahora pareciera que las denuncias sobre la Sierra Nevada llegan a los oídos del público colombiano gracias a Calle 13, las diferentes problemáticas de esta zona del país vienen siendo difundidas por músicos colombianos desde hace un par de años.
Los de la agrupación bogotana Dr. Krápula lanzaron en abril el disco Abre Sierra/Renace Bakatá, que forma parte de un proyecto que busca defender el agua, la tierra y las comunidades indígenas de la zona, además de alertar a los colombianos sobre los negocios y proyectos que allí se intentan llevar a cabo y que llevan al detrimento de la calidad de vida de los habitantes de la región.
En ese álbum participaron más de 20 artistas colombianos, entre los que también se encuentran Aterciopelados.
Premios a granel
Calle 13 hizo su aparición en 2005 con los temas ¡Atrévete te-te!, Se Vale too-too y Querido FBI. Su actitud irreverente le representó en 2006 el premio MTV Latinoamérica en la categoría ‘Artista promesa’, y los premios a ‘Mejor artista nuevo’, ‘Mejor álbum de música urbana’ y ‘Mejor video versión corta’ en la séptima entrega anual de los Grammy Latinos, además de un Premio Grammy como ‘Mejor artista urbano latino’.
En 2007, Calle 13 regresó con el ‘Tango del pecado’ y en 2008 ganó la Antorcha de Plata, la Antorcha de Oro y la Gaviota de Plata en el Festival de Viña del Mar, Chile.
Su más reciente producción, Los de atrás vienen conmigo, está nominada en cinco categorías a los premios Grammy Latino 2009.
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