miércoles 5 de agosto de 2009
Ingrid Storgen (NUESTRA AMÉRICA)
El narco para político colombiano, Álvaro Uribe Vélez, inició una gira que durará siete días por Suramérica, supuestamente para abordar con los presidentes de Perú, Chile, Brasil, Paraguay, Argentina, Bolivia –no confirmado- y Uruguay, el tema que tanto le “preocupa”, la situación de terrorismo que se vive en Colombia. De ninguna manera agregó “de Estado, como es lógico.
La gira comenzó a partir de un cuestionamiento realizado por los presidentes Bachelet y Lula Da Silva, quienes solicitaran, con preocupación, detalles sobre las bases militares gringas que Uribe acordó instalar en Colombia que completarían la cantidad de siete.
No llegará solo el criminal, lo acompañará su ministro de Relaciones Exteriores, Jaime Bermúdez, ambos amparados bajo el manto de un supuesto combate contra el narcotráfico del cual ambos forman parte, así como del terrorismo, del cual son arte y parte.
Bestia y escudero, bestia también pero de menor rango, tratarán de explicar sus objetivos “non santos”, de hecho ya comenzaron su escalada de difamación contra los gobiernos de Ecuador y la República Bolivariana de Venezuela, países acusados de ser vínculos de la guerrilla colombiana luego que comenzara a hablar el disco rígido de un computador que no cesa de dar información peligrosa…
Las bases militares mencionadas contarán con la presencia de soldados gringos, quienes harán presencia en Malambo, Palanquero, y en el Meta, junto a las bases navales de Cartagena y el Pacífico. Con un “emocionante” gesto de “internacionalismo”, presentan a estas bases como un espacio para que los Comandantes militares de Suramérica, intercambien experiencias, lo cual es harto suficiente como para que los pueblos nos permitamos primero temblar, pero luego transformar la preocupación en bronca, ponernos las pilas, escapar de arcaicas teorías divisorias y comenzar a trabajar por esa famosa misión imposible que significa plantar bases para la unidad –de una vez por todas- rechazando esta intervención asesina.
De no hacerlo a tiempo, vayamos buscando iglesias para sentarnos a llorar, siempre que nos den tiempo.
Llega la hora en que debemos ser capaces de diagramar planes que puedan protegernos de esta nueva peste que sin dudas puede ser mucho mayor que la famosa gripe porcina y para la cual no habrá vacuna posible, mucho menos efectivo será el gracioso “Tamiflú” o anís estrellado Rumsfeld.
Lamentablemente, todo indica de momento, que los gobiernos de la región aceptarían ese intercambio de experiencias y lo harían a partir de la presencia de comandantes generales y oficiales de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y EE.UU.
Todo lo contrario a la unidad Latinoamericana por la que tanto bregan el Comandante Chávez, Rafael Correa y Evo Morales bajo la mirada vigilante de nuestro querido Fidel. Si acaso fuera posible que resucite el despedazado sentido común, estaríamos a tiempo de evitar los genocidios que ya se huelen…
Y qué bien hacen su trabajo sucio las alimañas, suficiente como para ir instalando en la subjetividad de las personas que poco o nada se interesan por la política, su proyecto fatal. “Lanzan montajes cibernéticos”, “pruebas”, versión escrita de los famosos falsos positivos instalados para asesinar a los luchadores colombianos, así como emplean todo elemento mentiroso capaz de demostrar que las FARC aportaron dinero para la campaña electoral del presidente Correa, así como llegaron a tildar a Venezuela de santuario de la organización..
Todo vale en este juego sucio que ahora extiende su plan hacia la región y que de no pararse a tiempo puede causar gravísimos problemas y sabemos que de éstos no será fácil salir. Comenzó a articularse el proyecto expansionista gringo, en la hermana Honduras y todo indica que la desestabilización está acá nomás, a unos les alcanzará pero serán capaces de evitarla. Otros y otras, en cambio, comenzarán su eterno meneíto hasta que el planazo les de de lleno, lo cual no sería importante si les alcanzara a ellos, el problema es con sus pueblos…
Ojalá que sobre los gobiernos que serán visitados por el genocida, se prenda la lucecita de la inteligencia y sepan ver más allá de lo que les muestren los asesinos.
Que sean capaces de visualizar la realidad inminente, que logren tener la visión política necesaria para detener el proceso en ciernes y que de una vez por todas se sitúen al lado de los pueblos, porque no olvidemos que éstos, aunque a veces flaqueen, a la larga saben apelar a la memoria.
Dejar que los asesinos avancen es ser cómplices de los crímenes que estos cometan, si bien han mantenido un silencio absurdo respecto a la situación de luto y dolor que padecen en la hermana Colombia, ojalá de una vez por todas haya algo que les haga despertar de su letargo absurdo..
Avanza el fascismo y si bien sabemos que es difícil pararlo dado que la correlación de fuerzas es demasiado desigual, también podemos asegurar que no hacer nada en estos momentos es abrirle las puertas a la bestialidad y aquí radica lo más peligroso.
Ya no es hora de coqueteos hacia la izquierda y actitud ladeada hacia la derecha. Es hora de decirle a los genocidas que no son bienvenidos ni ellos ni los proyectos que encubren. Es hora de situarse junto a los que con absoluta valentía son capaces de resistir con fuerza e idea, las masacres que se avecinan.
No olvidemos que si hablamos de masacres, Uribe es un experto en ellas. Me pregunto si no habrá llegado la hora de declarar al presidente Uribe persona no grata en todos y cada uno de los países que comenzó a visitar. Sería un excelente gesto de justicia, por una vez en la vida, a favor de un pueblo hermano ahogado en sangre, detalle no desconocido por los gobiernos de Suramérica.
Un gesto nomás, que no duele ni puede ser tan dramático sino un deber irrenunciable cuando es por la justicia, al fin ¿quién alguna vez se atrevió a decir que es malo combatir a las ratas…?
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