martes, julio 22, 2008

CHE Guevara: Ochenta años después.

CHE Guevara: Ochenta años después.
Por Jorge Jorge González

Especial para DESACATO - BRASIL


Durante dos intensas jornadas sesionó el taller El poder y el proyecto. La vida de Ernesto Guevara 80 años después, en el Centro de Investigación Cultural Juan Marinello, de La Habana, co-organizador junto a la Cátedra de estudios Antonio Gramsci y al proyecto Bolchevique de tan singular evento que reunió a algunas de las más importantes personalidades cubanas que durante décadas se han dedicado a estudiar el legado guevariano en sus disímiles facetas: el guerrillero, el economista, el ser humano, el político, el símbolo de lucha juvenil a nivel internacional, el hombre-mito y la validez o no del mito.

Fernando Martínez Heredia, Presidente de la Cátedra de Estudios Antonio Gransci, al hacer la introducción al taller, en breves palabras comentó sobre la trascendencia que podría tener un foro de análisis como éste, abierto, sin ningún tipo de limitaciones para la discusión, salvo la propia del tiempo, que sería muy corto seguramente para abordar todos los aspectos necesarios. Se refirió al Che como símbolo indiscutible de los nuevos tiempos que sacuden a América Latina, del año 1968 que sigue siendo un mito de la utopía, a pesar de los intentos de algunos por silenciarlo. A partir de ahí, las ideas no dejaron de fluir y ¡de qué manera!

Un primer panel nombrado Che Guevara en el año 68 e integrado por Manuel E.Yepe, Hirán Hernández, Jorgé Luis Acanda y Rafael Hernández analizó, con gran objetividad ese momento de la historia reciente y, en particular, en el trabajo leído por Yepe sobre el "mayo francés del 68" se mostró cómo la figura de Guevara comenzó a ser un símbolo de la lucha juvenil mundial por lograr sus reivindicaciones que iban desde reclamos estudiantiles, obreros, pasando por la necesidad de ofrecer garantías legales a la igualdad de la mujer o de los homosexuales, algo que recién comenzaba a manifestarse con fuerza en Europa y América del Norte, sobre todo después de años de "peace and love", rock y movimientos hippies; muchos intervinieron en el tema y no pocos con contundentes argumentos a favor o en contra de lo expresado por el panel , pero en particular aportes al tema. Cada ponente expresó su criterio particular sobre ese año 68 en Cuba, en Europa y en América Latina , destacándose como el momento crucial en que las cosas comenzaron a cambiar en el movimiento revolucionario ; sin tapujos se analizó el apoyo que Cuba brindó a la Unión Soviética durante los acontecimientos en Checoslovaquia y que nos retiraron una buena parte del apoyo de muchas personalidades mundiales que hasta ese momento habían cruzado armas con la revolución cubana, aun cuando después, con el tiempo, algunos volvieran a ser amigos de nuestro país.

Un segundo momento: Guevara hoy en América Latina: guerrillas, movimientos sociales, Estado de Derecho en el que disertaron Luis Suárez Salazar, Ramiro Abreu, Julio Fernández Estrada y Ariel Dacal fue preciso y abundante en argumentos encontrados sobre esos procesos en la actualidad, con varias intervenciones del plenario, incluyendo algunos participantes colombianos. Un tercer instante, el dedicado a El socialismo del Che (ponentes: Julio César Guanche, Fernando Martínez, Gilberto Valdés y Mario Castillo), es posible que haya sido de los más ampliamente tratados y de los temas más polémicos abordados en los dos días, por cuanto aun no existe consenso, sobre todo porque existe una gran cantidad de escritos del Che que aun siguen sin publicarse y que podrían aportar mucho al conocimiento cabal de sus postulados teóricos sobre el particular. Polémica resultó la afirmación del investigador Mario Castillo de que no cree que el mito del Che pueda resistir el paso del tiempo, lo que fue cuestionado por algunos participantes a partir de que, de quebrarse el mito, se estaría perdiendo una parte importante de la historia de América y que no serían los académicos los llamados a mantenerlo, sino los jóvenes que hoy son los que lo enarbolan; que sólo si los jóvenes dejaran de creer en el Che, entonces sí estaríamos en presencia de esa pérdida, antes no y habría que hacer mucho porque todos los que podamos hablemos del Che real, no del ficticio que a veces se sobrepone mediante labores de mercado.

El Che y la economía política del socialismo, fue otro de los temas abordados, con los panelistas Ángel Arcos Bergnes, Alexander Correa y Pavel Vidal y fue un instante muy crítico y donde la polémica subió de tono, hablándose no sólo de los aportes de Guevara al tema, sino también de las incomprensiones que en estas últimas cuatro décadas ha sufrido su legado.

Por último, El Che Hoy, que tuvo como único ponente al más joven de los panelistas el Lic. Fernando Luis Rojas, fue un instante hermoso al ver como la nueva generación comprende que el Che es necesario mantenerlo vivo, porque con él, es posible abrazar no sólo la idea de que la revolución mundial es posible, sino necesaria y que, precisamente a los más nuevos, les corresponde llevar a vías de hecho los más trascendentales pensamientos guevarianos sobre la lucha frontal al capitalismo y al imperialismo.

Algo que llamó poderosamente la atención de todos los participantes fue una colección de dibujos realizados por niñas y niños del taller comunitario "Coloreando Mi Barrio", de San Agustín, en La Lisa, que adornaron los pasillos del edificio en esos días y que demostraban, de una manera elocuente, que el Che seguía siendo un ejemplo vivo y que, con acciones semejantes era posible que el mito de su existencia no desapareciera jamás. A este tema se refirieron no pocos participantes.

¿Qué nos deja como experiencia este taller? La necesidad de repetirlo, no sólo con académicos, investigadores de cubículos climatizados y personas de muy avanzada edad –aunque imprescindibles siempre-, sino que el plenario debe ser ampliado a aquellos cuyo vínculo diario con el Che es decisivo y aquí me estoy refiriendo a maestros de primaria, profesores de secundaria básica y preuniversitario, estudiantes universitarios, poetas, periodistas y toda aquella persona que sienta que puede aportar elementos a la discusión de los temas a debate; sería práctico - a partir de lo sucedido esta vez-, no cargar el temario y dedicar un día a una propuesta temática y otro a una diferente, para que no se atropelle la discusión y todos puedan expresar sus criterios de la mejor manera posible, sin apresuramiento y llamadas de atención constantes, aunque, por supuesto, siempre hay oradores que se salen de la idea y dedican intensas parrafadas a hablar de cuestiones ajenas a lo medular, esos, por desgracia, también tienen derecho a participar.

Fue importante oír a personas que trabajaron con el Che en el Ministerio de Industrias, ver a un fotógrafo como Liborio Noval, modesto y sencillo como siempre, autor de algunas de las mejores instantáneas que se conocen de Guevara, sentado en un rincón oyendo a todos, casi invisible, sin pedir que se le presentara, porque en definitiva el importante era aquel del que se estaba hablando y que, por casualidades de la vida y de la historia, él había inmortalizado con sus imágenes, que colgaban de las paredes recordándonos su presencia de alguna manera en el salón. ¡Gracias, Liborio!

Que es necesario seguir estudiando y polemizando sobre el legado del Che es un hecho incuestionable, sólo que preferiríamos que esos encuentros se repitan con más frecuencia y no tengamos que esperar varios años o un aniversario cerrado, para volver sobre el tema. Muchas felicidades a los organizadores, creo que le debemos este detalle final.

La Habana, Julio del 2008

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