27 Junio 2012
El presidente Evo Morales manifesó este martes que Bolivia
no pasará de una dictadura militar a una policial, y aseguró que el gobierno posee grabaciones que prueban que se prepara un golpe de Estado. Policías rasos negocian con el gobierno un acuerdo para que cese el motín, que se ha extendido por todo el país.
Morales aseveró:
Tenemos grabaciones, mensajes de que están preparando el golpe de Estado, pero se dijo confiado en que el pueblo defenderá la democracia de la nación.Poco antes, una masiva concentración popular comenzó una vigilia permanente en la ciudad de La Paz, en defensa del proceso de cambio y la democracia en Bolivia, acto al que asistió Evo Morales.
Las confederaciones Sindical Única de Trabajadores Campesinos de
Bolivia, Mujeres Campesinas
Indígenas Originarias Bartolina Sisa, las
seis federaciones del Trópico de Cochabamba, juntas vecinales y otras
organizaciones sociales se declararon en vigilia permanente en la
capitalina plaza Villarroel.
Las agrupaciones sociales constituyeron el Comité de Defensa de la
Democracia y el Proceso de Cambio en el país, señaló el secretario
ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos
de Bolivia, Roberto Coraite, a Prensa Latina.
El dirigente campesino agregó que están dispuestos a defender ese
proceso y la democracia a cualquier precio, ante los recientes
acontecimientos en el país, donde, comentó, grupos conspiradores buscan
desestabilizar al gobierno de Evo Morales y promover un golpe de Estado,
escudados en una protesta de policías por mejora salarial.
Por lo pronto, cientos de uniformados volvieron a manifestarse en las afueras del palacio de gobierno, en la plaza de armas.
Que no llamen a ese acto (público de apoyo porque) lamentablemente va a haber enfrentamientos y va a empeorar la situación, advirtió Guadalupe Cárdenas, líder de las esposas de los policías amotinados.
A la plaza de armas, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo,
generalmente vedada a los manifestantes, llegaron por la mañana grupos
de maestros de la educación pública (dirigidos por trotskistas) para
solidarizarse con los uniformados.Una delegación policial reanudó este
martes las negociaciones con tres ministros de Estado sobre las
condiciones para levantar el motín, que en seis días se extendió a los
nueve departamentos bolivianos.
La base del diálogo gira en torno al pedido de un salario básico de 2
mil bolivianos (unos 287 dólares), abrogación de un régimen
disciplinario de la policía, jubilación con 100 por ciento del último
salario, creación de una defensoría policial y garantías de que los
agentes sublevados no padecerán represalias.
Pese a las negociaciones en curso, los policías seguían en poder de
25 a 30 cuarteles y comandancias regionales.La ministra de Comunicación,
Amanda Dávila, declaró a la radiodifusora estatal Patria Nueva:
No es un movimiento cualquiera. Tiene el poder de las armas, de los gases lacrimógenos y todas las herramientas, que ahora ha volcado contra el Estado plurinacional.
En el mismo sentido, los gobernadores de ocho departamentos, excepto
Santa Cruz, rechazaron este martes, convocados por el gobierno, los
aprestos conspirativos denunciados por Morales.
Repudiamos y condenamos los afanes y propósitos de grupos conspiradores y sediciosos que están generando hechos de violencia, cuyos actos están orientados a desestabilizar el proceso democrático promoviendo un golpe de Estado, manifestó el gobernador de La Paz, César Cocarico.
(Con información de La Jornada)
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