sábado, abril 28, 2012

León Gieco y una retrospectiva en favor de la memoria


Pachy Reynoso/MDZ
 
La mesa académica que presentó el libro.
 
Como parte de la presentación del libro "Hombres de hierro, de León Gieco, estampas del Mendozazo", el músico ofreció anoche un concierto interactivo en el que la música y la historia se fundieron. Su opinión sobre el país y la megaminería.
 
 
 
 

Era un pibe santafesino en el Buenos Aires de 1972 que tenía su guitarra y su armónica porque quería ser músico, pero también quería que su música dijera algo, llevara un mensaje, como Dylan, como Lennon, que hablara de las cosas que pasaban e hicieran primar la paz, por eso, cuando se enteró de que en Mendoza habían muerto trabajadores en una protesta callejera, escribió una canción, y la tituló Hombres de hierro. Así nació la primera canción de León Gieco, que ayer sumó un nuevo capítulo a sus cuarenta años, porque se presentó en el teatro universidad Hombres de hierro, de León Gieco, estampas del Mendozazo (Ediunc), un libro en el que se conjugan la letra de la canción, los grabados de que Marcela Furlani hizo sobre esta, un repaso histórico por la protesta mendocina que fue desencadenada por el aumento de las tarifas eléctricas, escrito por Leandro Forniés y María Laura Furlani, testimonios de algunos de sus protagonistas, un análisis de la importancia que el grabado ha tenido en las luchas populares realizado por María Cecilia Andresen y un texto de Julio Rudman que Marcela y León con los docentes.
Por todo esto, Hombres de hierro, de León Gieco, estampas del Mendozazo es, a la vez, un libro testimonial, de arte, de difusión y, fundamentalmente, de recuperación histórica. Pensado para que los docentes puedan trabajar el tema en las aulas, el libro incluye un desplegable con actividades para los jóvenes.
Dedicado a las víctimas
MDZ Online pudo hablar en exclusiva con León y Marcela sobre Hombres de hierro, de León Gieco, estampas del Mendozazo, y ambos coincidieron, como lo hicieron luego también en la mesa académica de la presentación, en que el libro está dedicado especialmente a las víctimas del Mendozazo.
“Creemos enla construcción de identidad, entonces, en una canción como Hombres de hierro es indispensable sumar miradas científicas, y los sociólogos que nos acompañan aportan eso, no con la intención de ser un ensayo, sino para ponerlo al alcance de todas las personas con fundamentos. La palabra de algunas personas que estuvieron allí le da la perspectiva de testimonio. Y esto se afianza en la idea de que el arte es una herramienta de lucha también, tan válida como otras, para intentar poner en circulación pensamientos, ideas, estéticas, confluyendo todo esto, en un objeto como un libro”, explicó Furlani respecto del libro que nació como una necesidad suya de crear, a partir de canciones de León Gieco, series de grabados que sumaran lo visual lo musical.

Marcela Furlani y León Gieco, momentos antes de subir al escenario.
Por su parte, León agregó: “Terminó siendo un libro hermoso, porque es corto y explicativo de lo que fue el Mendozazo y de cómo construyo la canción, pero creo que, en definitiva, el libro reivindica a las víctimas”.
Han pasado cuatro décadas desde el Mendozazo, pero por más que el tiempo avance, parece que siempre habrá hombres de hierro, y, para Gieco, los hombres de hierro de hoy “están en una oposición que no propone nada, o que lo único que propone es una catástrofe. La corrupción policíaca también, y algunos que van apareciendo nuevamente, como unos ex combatientes de Malvinas que reivindican la guerra y están en contra de los que denuncian las torturas a los pibes de 18 años en la guerra, los estaqueamientos, todas esas cosas diabólicas, como un caso increíble de un pibe que robó un  plato de comida y lo enterraron hasta el cuello, pero resulta que se dieron cuenta de que tenía en el brazo un tatuaje de una virgen, entonces lo enterraron con el brazo por fuera, porque la virgen no podía ser enterrada”.
León Gieco ha estado siempre al lado de las luchas sociales, por eso le pedimos que diera su opinión sobre el reclamo que gran parte de la sociedad mendocina está haciendo contra la megaminería, y fue contundente al asegurar: “El agua es más cara que el oro, y además el oro se lo llevan otros. Habría que preguntarles a todos los dueños de las minas, que son todos extranjeros, qué opinan de Malvinas, por ejemplo, para saber quiénes son y qué quieren, por qué vienen acá a irrumpir en suelo argentino”.
El músico también es contundente al decir: “El neolibealismo ya pasó, estamos viviendo en otra época moderna, la mejor que estamos viviendo. Al menos para mí, es lo mejor que he vivido en política en Argentina”. Surge entonces la duda sobre si no tiene críticas hacia el gobierno, y de inmediato asegura: “Claro critico a este gobierno, porque hay cierta cosas en las cuales yo no estoy de acuerdo. Yo no soy oficialista, pero lo que digo es que nunca he vivido en un momento con tanta esperanza como este, porque tampoco hay propuestas desde otro lado, porque la oposición  no hace propuestas y está hablando estupideces todo el tiempo, no tiene ideas, o tiene ideas viejas, de un capitalismo ignorante, ese capitalismo de Bush, de Aznar, que se  relaciona con los militares y la religión católica”.
Historias personales y memoria
Después de la mesa académica de presentación del libro y ante un teatro Universidad colmado, León Gieco ofreció un concierto interactivo en el que interpretó 16 canciones, además de un fragmento de La rata Lali.
El recital comenzó con Hombres de hierro interpretado a dúo por el León Gieco de hace 40 años desde una proyección de su participación en el BARock y el León Gieco del 2012, el que estaba arriba del escenario, logrando un muy buen efecto tanto sonoro como emocional.
En la primera parte del recital, luego de la primera canción, mientras que en una pantalla se mostraban imágenes de fines de los 60 hasta 1976 de los hechos políticos y sociales de Argentina y de los músicos que dieron inicio al rock nacional, Gieco desplegó un repertorio de clásicos, como Soy un pobre agujero y En el país de la libertad, todos presentados con una breve historia o una reseña, lo que llevó a un muy divertido contrapunto con Charly García.
Luego llegó la segunda parte del concierto, dedicada a realizar homenajes. Así fue como Gieco interpretó canciones de María Elena Walsh, Leda Valladares y Antonio Tormo, su Guitarra, compuesta con Atahualpa Yupanqui, y Canción de amor para Francisca, La memoria y El ángel de la bicicleta, dedicados a las meretrices, a Madres y a Pocho Lepratti, respectivamente.
En el bis proyectó el video de Hoy bailaré, interpretó El desembarco, canción que le da nombre a su reciente disco, homenajeó a Evo Morales con Cinco siglos igual y cerró con Sólo le pido a Dios.
Todos y cada uno de los elementos propuestos por Gieco apuntaron a entablar un contacto directo con el público, una interacción que se logró casi naturalmente, con la gente dialogando con él, haciendo chistes desde la platea a propósito de lo que León decía desde el escenario, e incluso con la aparición de un hombre que le entregó unos panes amasados por él que le había prometido el año pasado, en otra visita del músico a Mendoza.
La sumatoria dio como resultado un concierto emotivo, una retrospectiva musical e histórica en la línea del trabajo que siempre ha desplegado León Gieco a favor de la memoria y del futuro.
Alejandro Frias

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