El imparable músico, cantautor, director de cine, pintor y poeta español, acaba de editar un disco y un libro.
viernes, 22 de abril de 2011
El artista construye su obra transfiriendo a ésta, su mundo interno, su sensibilidad y su ideología. La obra es la materialización del ser del artista. Ese cúmulo de materia sensible, impalpable, que a través de la técnica se transforma en un algo material o conceptual: la obra de arte.
Es en ella, desde la cual se pueden rastrear los síntomas del arte, de alguna manera, las metáforas del artista. Sin embargo hay casos en los que el recorrido parece ser inverso. Y en lugar de hablar sobre la metáfora del artista, nos encontramos frente a una situación en la que la obra se vuelve la metonimia del artista, como bien lo definió Jackobson (el todo por la parte, la parte por el todo).
Oponiendo a cualquier existencialismo sobretodo lingüístico, pareciese que para algunos, el camino de la producción se recorre al revés. Y en lugar de ser el artista el constructor de la obra, es la obra la que se apodera de éste.
Ella es quien lo construye como ser, deconstruyéndolo como artista, para así volverse una parte ligada a una misma intimidad, la de las formas, el sonido, las palabras o el color.
Es él, quién se convierte en parte indivisible de su obra, pero es la obra de arte quien sin embargo lo completa como sujeto, al punto que no hay equivoco alguno, y cada vez que nos toca enfrentarnos con alguna canción, poesía, o pintura, sabemos que ellas son el artista, y el artista sabe bien, que es quien es, por estas mismas expresiones.
Luis Eduardo Aute tiene eso, su obra es él. Como canta la canción: "Fue en ese cine te acuerdas, en `Una mañana al este del Edén´, James Dean tiraba piedras a una casa blanca entonces te besé".
Es Aute el recuerdo, el cine, James Dean, la piedra y el beso. Es él quien respira cuando su obra revive en el andar incansable de los ojos, los oídos, el tacto y la razón. Es cada frase su presencia y en su presencia habita cada frase.
Estilo se entrevistó en exclusivo con el autor para tender un hilo de conversación en el marco de su último trabajo discográfico "Intemperie", y su nuevo libro de poemas y dibujos "No hay quinto AniMaLo".
Pertenece a una generación de músicos comprometidos políticamente y sobre todo comprometidos con el arte como forma de vida y de progreso.
- ¿Cómo creé que ese forma de crear, afectó a las generaciones posteriores, puesto que en la actualidad muchos artistas jóvenes, ven en esa manera de entender la vinculación entre lo político y artístico, un cliché?
- En tu pregunta está la respuesta: efectivamente, yo también veo que las nuevas generaciones de artistas, en términos generales, ven ese compromiso como un "cliché", pero, lamentablemente, es muy frecuente en cualquiera de los ámbitos de la cultura.
Tal vez es que poseen una gran lucidez y ven que de muy poco serviría ese compromiso en estos tiempos en donde la dictadura del Mercado se disfraza de democracia liberal brutalmente competitiva: quien no tenga "mercado", no existe.
- En la época de lo multimediatizado podríamos decir que usted también lo está, con la salvedad que es un artista multimedia aunque en tono analógico, ya que combina: música, literatura y plástica. Lo llamativo es como logra transferir, a cada soporte, el "mundo Aute" con una facilidad que llama la atención y que se traslada de la misma forma a cada una de estas expresiones artísticas, sin embargo quisiera preguntarle, ¿por qué elige hacerlo en soportes diferentes, y qué encuentra en cada uno de ellos?
- Porque me interesa muchísimo conocer, descubrir y utilizar los diversos lenguajes que puedan vehicular ideas, sentimientos, reflexiones, sueños e incluso pesadillas. En el lenguaje reside el conocimiento, y practicar diversos lenguajes amplía el campo del conocimiento.
- Desde Fukuyama a esta parte, los popes de la "filosofía económica transnacional", vienen repartiendo el pregón de que vivimos la época del fin de los grandes relatos. Sin embargo en el mismo hecho de negar la existencia de grandes relatos, construyen otros como por ejemplo el mega relato de "la tecnologización del mundo", o el de "la utopía de comunicación global".
Usted que sabe mucho de relatos, ¿cómo convive con este proceso detecnologización? Y, para usted, ¿cuál sería el nuevo gran relato de la sociedad actual, en caso que piense exista alguno?
- Los destructores de relatos históricos encontraron la herramienta perfecta para su causa: la tecnología, que convirtieron en “teocnología”. La tecnología de la nueva comunicación es Internet, que siendo un gran invento, se está haciendo un perverso uso de sus posibilidades.
Internet es un medio que propone "navegar" hacia el exterior para recabar datos, información, ergo poder sin límites. Lo estamos viendo con el fenómeno Wikileaks; ya los medios de comunicación tienen como fuente de información, no la realidad, sino las "pequeñas historias" secretas desveladas a los medios de comunicación que distribuyen y publican, previa criba de información que pueda dañar sus intereses como empresas privadas.
Desde este punto de vista ya no existe el relato histórico auténtico sino el relato histórico filtrado en bucle. Tal vez, lo deseable sería "inventar" Intro-Net que sería una manera de "navegar" hacia el Interior (de cada uno) para recabar detos que nos lleven al conocimiento y no a la información que es sinónimo de poder absoluto.
- No puedo dejar de preguntarle sobre la crisis económica que azota al mundo, ¿cómo ve este fenómeno y cómo cree que impactará en la producción artística? Está de acuerdo con qué el resultado de esta crisis, serán aún más recortes a las libertades individuales y más gobiernos de corte autoritario.
- Le respondo con esta breve reflexión: En el siglo pasado, fuimos testigos de la rápida caída del Socialismo real, en este siglo, estamos siendo testigos de la lenta caída del capitalismo irreal. Occidente (el capitalismo especulativo) es un barco que se hunde y el capitán y la tripulación no tienen otro proyecto que ponerle parches al barco para que tarde en hundirse del todo.
Sin embargo, creo que en América Latina hay un proyecto que es el de construir su propio barco con perspectiva de horizonte. Es un gigantesco continente, multiracial, mestizo, con culturas milenarias, con ideología y, lo más importante, con materias primas y un mercado independiente por organizar.
Occidente es un bello museo que se mantiene gracias a la especulación y los servicios, y nada más. China e India forman parte de ese "mercado" de la especulación. Ámerica Latina está, y debe estar, en un proyecto bien distinto. Occidente se ultra-derechizará, y eso será puro canto del cisne, coletazos últimos de la Era contemporánea que nació con la Revolución Francesa y morirá devorado por su propia globalización.
Y empieza otra Era, la del conocimiento, la de la cultura mestiza, la de la solidaridad de los pueblos, que no de las Naciones. Y Ámerica Latina es el mascarón de proa de ese barco.
- Saliendo un poco de la política, cómo es el estado de su producción actual, la vez anterior me comentó que estaba grabando un nuevo disco. ¿ Puede contarme cuál es el concepto del mismo y porqué tono poético navegará?
- Acabo de publicar nuevo disco, "Intemperie" y nuevo libro de poemigas "No hay quinto aniMalo". Y me temo que los contenidos "navegan" por los conceptos de lo que hemos estado hablando.
- Usted es un hombre también de la pintura, ¿si pudiera descomponer su último disco en colores cuáles serían?
- En blanco y negro.
- ¿Cómo ve el panorama artístico Iberoamericano?
- Insistiendo en una respuesta anterior, creo que lo más innovador, original y enérgico de la cultura contemporánea, tanto en literatura como en cine, teatro, música, etc. se está dando en Ámerica Latina. Maxi Uceda (Especial para Estilo desde Barcelona)
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