Esta impotencia contra el fascismo asesino,la reflejo en mis canciones, trato de construir un espacio de resistencia contra los horrores de los gorilas y principalmente denunciarlos
Ida Garberi | 1-12-2010 a las 22:20
www.kaosenlared.net/noticia/gabo-sequeira-yo-canto-desde-vivido
“Si un trovador me pidiera un poquito de luz para su vida, toda la selva en fuego convertida para su corazón yo le ofreciera”
Atahualpa Yupanqui
Deduje que la persona que veo en la distancia, bajando las escaleras de la Casa del ALBA en La Habana, en la noche de aquel jueves 18 de noviembre 2010, era Gabo Sequeira, por su pelo largo, camisa y pantalones negros, un estilo típico de la música rock que lo acompaña desde 1989, cuando comenzó a cantar. Me presento y pronto recibo una cálida sonrisa como saludo; nos habíamos conocidos, virtualmente, a través del correo electrónico y rápidamente, supimos, que compartimos las mismas trincheras y que combatimos contra un enemigo común. El abrazo que siguió, demostró el cariño entre dos compañeros de lucha.
Confieso que antes de esa noche, del Gabo, yo sólo había oído dos canciones del álbum “Canciones Confidenciales”, una colección de poemas de “Tony” Guerrero, (uno de los Cinco cubanos prisioneros políticos en los Estados Unidos hace 12 años), con música de trovadores principalmente argentinos.
El deseo de saber más acerca de su música es, también, porque Gabo es, en Argentina, el delegado del proyecto del ALBA Cultural, “Canto de Todos”, dirigido por Vicente Feliú, y el concierto de esa noche fue en dúo con el famoso trovador cubano.
Debo reconocer que los dos actores principales de la noche dejaron a todos los espectadores profundamente agradecidos por sus repertorios personales, altamente comprometidos, que se alimentan de una canción de riesgo, tales como la de Víctor Jara... “Canto que ha sido valiente siempre será canción nueva”, así como por una versión encantadora de “Gracias a la vida” de Violeta Parra, cantada a dos voces.
Cuando la actividad terminó, me quedé con el deseo de conocer más acerca del trovador argentino, que aún conserva, en su estilo, la pulsión y la energía del rock.
“Puse mi guitarra al hombro y comencé a caminar por las calles, al lado de mi pueblo que protestaba por el desastre que golpeó a Argentina el 20 diciembre de 2001, mientras el pueblo argentino reclamaba sus derechos, quería que el Presidente y todos los gobernantes se fueran, exigiendo un mundo más justo, más horizontal. Desde entonces, se abren nuevos espacios para cantar, (fábricas recuperadas, centros sociales, centros culturales alternativos barriales) y yo estuve ahí para apoyar a aquellos que seguían en la barricada”.
“Después, en el 2003 me encontré en el Foro Social Mundial de Puerto Alegre, con Vicente Feliú, en la Casa Cuba-Venezuela, y descubrí que aunque yo estaba tocando rock, la línea de mi música era la de un trovador, comprometido con la causa de los sin voz, de los insurgentes, de los sin techo”.
“En el 2005 una amiga trovadora argentina, Paula Ferré, me entregó un libro de parte de Vicente Feliú: un libro de “Tony”Guerrero, “Poemas Confidenciales”, con la misión de musicalizar los poemas. En aquel momento, para mí, Vicente Feliú, ya era un compañero de la trinchera en las canciones; cualquiera que lo conozca, aunque sea un poco, sabe que el hombre es totalmente transparente. Si siente una afinidad con tu alma, desde la poesía, desde la militancia, desde la vivencia, desde la canción... no tiene ningún problema para que tú te sientas parte de su vida. Así que acepté el reto de este proyecto tan importante y “Tony” hizo el milagro. Sí, porque hemos sido capaces de aglutinar a muchos músicos, algo prácticamente imposible en Argentina. En mi país, la gente de la música es muy individualista, por problemas de envidia, de egos muy fuertes. La competencia sigue violenta…
‘Dame, a mí, esta canción que, yo, puedo cantarla mejor que tú’..., con los poemas de “Tony” no ocurrió nada de eso”.
“Además, gracias al secretario de Prensa de la Embajada Cubana en Argentina, Orestes Hernández, aparecieron, en la propuesta, nombres muy famosos como los de Teresa Parodi y Horacio Fontova”.
“Nadie se quejó, pidiendo una recompensa; todos estaban de acuerdo con que todo el dinero que se obtuviera de la venta del disco se dedicara a grabarlo de nuevo: todo el mundo entendió que el disco era sólo una herramienta más para romper el muro de silencio de los medios de comunicaciones sobre el caso de los Cinco Cubanos, una forma de lucha para exigir su liberación. Y el mensaje era tan claro que todos han incluido las canciones de “Tony” en sus repertorios y en cualquier tarima, en la que vamos a tocar, tenemos la oportunidad de discutir el tema de la causa por los Cinco, delatando así, el silencio y la complicidad de los yankees”.
A Gabo Sequeira que fue uno de los primeros en firmar el llamado de “Canto de Todos” en apoyo al grupo hondureño Café Guancasco, cuando fueron atacados por los gorilas golpistas, el 15 de septiembre (la destrucción de los instrumentos produjo una pérdida de $ 25.000); y de los primeros también en condenar las amenazas contra Karla Lara, la delegada de Honduras de “Canto de Todos”, y contra los Artistas en Resistencia, le pregunto qué sintió en su corazón, el 28 de junio 2009, cuando todos nos dimos cuenta de que la pesadilla del Plan Cóndor volvía a volar sobre América Latina.
“La sensación inmediata, que por desgracia continúa hasta hoy, en mis venas, fue y es de un gran enojo e impotencia. Todavía no se ha podido detener a los gorilas de Honduras, y por eso la gente sigue luchando y muriendo en las calles para exigir sus derechos, en medio de un gran silencio por parte de la comunidad internacional”.
“Cuando en Buenos Aires compartí el escenario con Karla Lara en la IMPA (una fábrica recuperada), en una actividad en apoyo a los Artistas en Resistencia de Honduras, hice una observación que quizás algunas personas la han mal interpretado, es decir: al final de la primera canción, me detuve y pensé, en voz alta, que a veces es bueno que los artistas recibamos los golpes, que físicamente, sólo estamos acostumbrados a contarlos en nuestras canciones; pero no, a recibirlos. Si realmente estamos al lado de la gente, si están matando a la gente, por desgracia también a nosotros nos puede ocurrir como a Víctor Jara. Nosotros, los artistas no somos una élite, si es que estamos luchando con una guitarra-fusil, también nosotros tenemos que teñirnos de sangre; hay que echar la pelea, al igual que Café Guancasco y Karla Lara... y yo creo que si algún día vamos a tener un rifle de verdad... ojalá que no... pero...estamos listos”.
“Fue horrible que tuviéramos que ver al presidente Rafael Correa desafiando a la policía que quería matarlo, cuando intentaban dar, este año, otro golpe de estado, esta vez en Ecuador. Por otro lado, lamentablemente, en Argentina las tragedias siguen ocurriendo, hace unas semanas mataron a un compañero durante una marcha de protesta en apoyo a los trabajadores precarizados de los ferrocarriles; recordamos que Julio López, testigo en un juicio contra la dictadura militar, desapareció en la democracia. Esta impotencia contra el fascismo asesino, la reflejo en mis canciones, trato de construir un espacio de resistencia contra los horrores de los gorilas y principalmente denunciarlos. Vicente dijo que la canción se sustenta con la ética y la estética, pero yo creo que hay momentos en que la ética no puede esperar por la estética, hay que estar en las calles y cantar sin luz eléctrica, sin micrófono, con la guitarra desafinada... como lo hicieron los Artistas en Resistencia en Honduras, porque la función del arte es dar vida a la lucha popular. Yo no hago canciones para cantar. Cuando creo una canción, es porque tiene una función social, porque le comunica algo a la gente. Si no es así, es algo vacío y sin sentido.
La función del arte para mí es grabar en los corazones del público, un mensaje fuerte, que inyecte voluntad de vivir y de luchar para construir.
Cuando fui a tocar a Uruguay, me detuvieron, como si yo fuera un peligroso criminal, la policía me llevó a una habitación, empezaron a hacerme preguntas y, sobre todo querían saber (mirando el estuche de mi guitarra) si guardaba algo peligroso, y les dije que sí: mis canciones. Cuando me preguntaron si yo cantaba sobre el amor, le dije que no, que yo hacía Revolución. ... Por suerte, al final me dejaron entrar, lo que demuestra que, afortunadamente, algo está cambiando en el mundo... en positivo”, concluye el Gabo, con una sonrisa comunicativa.
Mientras, yo quedo con un mensaje grabado en mi corazón, un llamado a combatir el fascismo, que es el estribillo de la canción del Gabo, “Agitar”, que nos anima a “revolucionar, resistir y andar...rebeldes, unamos nuestra fuerzas...”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario