Troya se rindió ante Grecia tras nueve años de bloqueo y Alejandro Magno dominó varias ciudades asiáticas con la misma estrategia; pero una maniobra similar de Estados Unidos contra Cuba ha fracasado por casi 50 años.
El 6 de abril de 1960 el gobierno norteamericano reconoció que el verdadero objetivo del cerco económico, comercial y financiero que desde entonces mantiene contra la Isla era tratar de destruir a la joven Revolución cubana promoviendo "hambre y desesperación".
De esa forma -pensaban- le restarían apoyo popular al proceso político-social iniciado el 1 de enero de 1959 e impulsado por el líder Fidel Castro.
Han pasado cinco décadas del triunfo revolucionario. Al menos siete de cada 10 cubanos nacieron bajo los efectos de esa medida, no obstante, pese a su recrudecimiento, el modelo social cubano cuenta con un respaldo popular de más del 91 por ciento, según resultados de las últimas elecciones.
Cifras divulgadas recientemente indican que solo este año, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) recibió 46 millones de dólares para financiar a grupos mercenarios dedicados al terrorismo contra la Isla.
De igual modo liberó otros 40 millones de dólares para mantener las transmisiones de radio y televisión contra la nación antillana y persigue a empresas, bancos y ciudadanos que mantienen relaciones económicas, comerciales o financieras con ese país.
El bloqueo, calificado de genocidio por la Convención de Ginebra, ha ocasionado pérdidas millonarias en el sector de la alimentación, la salud pública, la educación, la cultura, el transporte y otros sectores vitales de la economía.
El desarrollo de la vida y economía de los cubanos está limitado por esa política criminal, tal como se expresa en el informe sobre la resolución 59 11 de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) acerca de la necesidad de poner fin a esa hostil política de la Casa Blanca.
De acuerdo con ese documento, a causa de esa estrategia de Washington, la Isla caribeña tuvo pérdidas económicas superiores a los 93 mil millones de dólares, en los últimos 48 años.
Sin embargo, en ese país la tasa de mortalidad infantil casi desapareció y la materna, el pasado año, fue de 21, una de las más bajas del mundo en desarrollo.
Asimismo, la mayor de las Antillas logra un desarrollo científico comparable con países del llamado primer mundo, avalado por el descubrimiento de vacunas contra la hepatitis C, la meningitis, entre otras, una de las mejores facultades de medicina del mundo y un alto índice de educación entre sus habitantes.
Pese a las maniobras de la Casa Blanca, la mayoría de las naciones miembros de la ONU han votado 16 veces consecutivas un proyecto de Cuba que busca la suspensión del bloqueo.
En el 2007, de los 192 integrantes de ese organismo internacional, 184 votaron a favor de la resolución cubana que pide la suspensión del cerco. La próxima consulta se realizará el venidero 29 de octubre.
Yeanny González Peña
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