martes, marzo 18, 2008

Aute de cámara con Noel en la memoria


Aute de cámara con Noel en la memoria
PEDRO DE LA HOZ
pedro.hg@granma.cip.cu



La emoción rompió todos los diques en el momento final del concierto que inauguró en La Habana este último domingo la semana de homenaje al artista español Luis Eduardo Aute en el marco del XIII Festival de la Canción de Autor Barnasants.

El propio Aute, que hasta entonces disfrutaba el concierto desde el balcón del teatro Amadeo Roldán, en compañía del ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, el presidente del Instituto Cubano de la Música, Abel Acosta, y Beatriz Almaguer, vicepresidenta del Consejo Nacional de Artes Plásticas, bajó al escenario para sumarse a la interpretación de Te perdono, de Noel Nicola, compartida con los trovadores Lázaro García, Eduardo Sosa y Vicente Feliú.

"De Nicola guardo el mejor de los recuerdos como artista y ser humano", comentó Aute a este cronista al tiempo que valoró la calidad profesional de la orquesta Solistas de La Habana, agrupación que bajo la dirección del maestro Iván Valiente llevó el peso del concierto.

Cuando semanas atrás, al surgir la idea de esta presentación integral de las múltiples facetas creativas de Aute, se le consultó acerca de qué obra de cámara querría escuchar, pensó en el Divertimento para orquesta de cuerdas, de Bela Bartok.

Al no estar disponible la partitura, Valiente le habló de una obra cubana, nada menos que Wagneriana, de Leo Brouwer. Y dio en el blanco: a partir de un motivo de Tristán e Isolda, el más reconocido compositor cubano de la segunda mitad del pasado siglo desarrolla un discurso pleno de sutilezas y sugerencias sonoras, excelente pórtico para dar entrada a la Suite sobre cuatro canciones de Silvio Rodríguez, de Beatriz Corona, y la Suite Auténtica, de la misma compositora cubana, esta vez a base de originales de Aute.

Este último trabajo, exigente por su naturaleza, cumplió las expectativas del público y del propio cantautor, quien vio arropada, de manera fiel pero creativa, su música en versiones de cámara que se caracterizan por la estética romántica tan cara a los trabajos vocales e instrumentales de Beatriz.

Los asistentes al concierto también apreciaron el sensible gesto de Lázaro, Vicente y Sosa al regalar canciones al homenajeado. De manera particular sobresalieron las orquestaciones de Orlando Vistel para las obras de los dos primeros, en tanto Sosa contó con la complicidad del pianista Roberto Julio Carcassés.

Y lo que pudo ser un tanto en contra del evento —la no concurrencia de Amaury Pérez Vidal debido a una afección de las cuerdas vocales—, se convirtió en gol de oro, al asumir la flautista Floraimed Fernández Semanat la parte cantable de Acuérdate de abril con una dicción de altura y un admirable regodeo melódico.

Fue entonces cuando quedó todo dispuesto para que Noel se manifestara en esa fiesta de la amistad y el arte. Y el duende travieso del trovador afloró en la memoria colectiva. ¡Cómo no hacerlo cuando se le quiere de veras!

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