PARA QUE HAGAN SUS TAREAS SIN DOLORES DE CABEZA...

Debes amar la arcilla que va en tus manos
debes amar su arena hasta la locura
y si no, no la emprendas que será en vano
sólo el amor alumbra lo que perdura
sólo el amor convierte en milagro el barro
sólo el amor alumbra lo que perdura
sólo el amor convierte en milagro el barro.
silvio rodríguez..

Muchos padres y madres vienen a mi consulta preguntándome cómo lograr que la hora de las tareas no sea un tiempo de guerra campal en casa, enojo de la madre, impaciencia del padre y el hijo terminar llorando a las 8 de la noche sus tareas.

Les daré varias claves para el trabajo con sus hijos e hijas a partir de los 5 años hasta cuando permanezcan en el colegio.

La mejor forma de formar en sus hijos/as hábitos de orden y trabajo, es haciendo que tengan una rutina diaria en las cosas básicas que tienen que realizar en su vida. Por ejemplo: aquí en Ecuador la jornada escolar en la mayoría de establecimientos públicos termina a la 1pm. En el caso de los particulares está en un promedio de 2 a 3 pm. Lo ideal es que los chicos y chicas sepan qué ocurrirá en casa cuando ellos lleguen: al entrar a su hogar si es posible, encontrar el beso cálido de un familiar quien les pregunte cómo están, cómo les fue, siempre sonriendo y dejando del lado cualquier mal rato de la mañana -si es que lo hubo-. Si esto no ocurre por cuestiones laborales, cuando su hijo o hija llegue, calcular el tiempo en el que ya se encuentra en casa y hacer una llamada a casa para saludarlo.

Luego de acuerdo a la realidad de cada uno de las personas, les propongo algo parecido a esto:

2:30pm llegada a casa, saludo con mamá, papá, familiar.
2:45pm cambiarse la ropa, dejar el uniforme colgado si es que está limpio, o en el cesto de ropa sucia si necesita una lavada.
3:00pm almuerzo.
3:30pm un breve descanso de 15 minutos.
3:15pm inicio de la realización de tareas.
6:00pm hora libre de juegos y actividades varias.
7:30pm cena
8:00pm hora de dormir (en el caso de niños menores a 11 años esta hora es la mejor junto con la lectura de un cuento por parte de papá o mamá, o de los niños y niñas. En el caso de los más grandecitos, conforme pasa el tiempo podemos flexibilizar su hora de dormir con media hora de atraso o dependiendo de cada familia).

Aquí vale recalcar que las horas de sueño son FUNDAMENTALES para que la persona tenga el descanso necesario para la jornada siguiente. Se ha comprobado que si el sueño es reparador, el ser humano se despierta al siguiente día con más energía, ganas y buen sentido del humor.


Muchos pensarán que lograr esta rutina en casa o es imposible por la serie de actividades que realizan papá y mamá o quienes estén a cargo del cuidado de los hijos, y por eso no se puede controlar, o porque simplemente lo ven innecesario. Sin embargo esto no es así.

Consideren que en la escuela o colegio, todas las actividades son planificadas y organizadas. Se manejan por tiempos. Las horas clase duran 40 minutos y el chico espera que termine para iniciar una nueva hora de acuerdo al horario que tiene día a día. Sabe la hora de su recreo, así como conoce las pautas de comportamiento que debe tener en cada uno de los espacios en que se desempeña. Está al tanto de que cuando suena la campana debe hacer una fila al laboratorio de computación y que apenas llega debe dejar alimentos fuera del centro de cómputo, sacar los covertores de las computadoras y doblarlos adecuadamente.

¿Cómo logramos todo esto? a través de los hábitos y la repetición.

Si sus hijos tienen siempre una rutina establecida a través de la repetición de acciones diarias que pueden variar de acuerdo a las circunstancias -alguna reunión social, trabajo con compañeros, etc.- será más sencillo para ellos y para ustedes como padres o tutores, el evitar supervisar a cada momento lo que deben hacer o dejar de hacer.

En la niñez, es más fácil conseguirlo porque a los pequeños les gusta este tipo de actividades coordinadas. Sin embargo en la adolescencia cuesta un poco más de trabajo y todo es cuestión de negociarlo. Vale la pena eso si ser tajantes y dar las reglas claramente no cuando se las haya incumplido sino antes de que ocurran. Recordarles en domingo cómo deben realizar sus actividades por la tarde y felicitarlos a diario si se comprueba que las realizaron tal cual.

Justamente por eso, es mejor que los chichos tengan el fin de semana momentos de elección de actividades como ir al parque, jugar con sus amigos, salir con la familia. Ellos deben formar parte de escoger qué es lo que quieren hacer esos días porque recuerden que entre semana no pueden hacerlo, no tienen otra opción que cumplir con sus actividades académicas.

Para terminar, es propicio siempre usar el mismo lugar para realizar las tareas escolares: una mesa o un escritorio en un ambiente tranquilo con luz adecuada y un sistema de ventilación que favorezca el ambiente cálido que necesita la persona cuando realiza una actividad. Por otro lado favorecer la ejecución de deberes con música instrumental que no necesariamente tiene que ser clásica -porque no a todos los chicos les gusta, menos en la etapa de la adolescencia-. Si es posible y las condiciones lo permiten, cuando haya pasado una hora de tareas darle a nuestro hijo/a unas galletas con jugo, o una fruta. Toda actividad mental requiere ser estimulada por una alimentación sana y balanceada.

Recuerden que cuando su hijo/a llega a casa, tiene mucho que contar y eso lo hará en el transcurso del día. Denle espacios para enterarse de lo que hizo en el colegio. Hablen con ellos/as, y sepan escuchar. Es tan importante la actividad diaria en la escuela, y mucho más tener con quién compartirla. Permitan que su hijo confíe en ustedes.